De niños nos sentimos seguros en presencia de nuestros padres y aprendemos a acudir a ellos cuando tenemos un problema o una necesidad. Con el paso del tiempo es esperable que nos vayamos independizando y adquiriendo una actitud con mayor confianza en nuestras propias capacidades. Pero recordemos que los seres humanos somos seres sociales, por lo cual lo cual esta independencia nunca será total, en un grado moderado es esperable y funcional que nos importen las otras personas.
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De niños nos sentimos seguros en presencia de nuestros padres y aprendemos a acudir a ellos cuando tenemos un problema o una necesidad. Con el paso del tiempo es esperable que nos vayamos independizando y adquiriendo una actitud con mayor confianza en nuestras propias capacidades. Pero recordemos que los seres humanos somos seres sociales, por lo cual lo cual esta independencia nunca será total, en un grado moderado es esperable y funcional que nos importen las otras personas.
Llegados a este punto vamos a señalar que es de gran importancia que registremos cuando esta dependencia emocional comience a dañarnos y perjudicarnos en diversas áreas de la vida como ser la laboral, vida cotidiana, las relaciones amorosas, etc.
Porque una vez allí, podemos encontrarnos atrapados en la mirada del otro, priorizándola sobre la propia y tomándolo por lo natural.
Observa sí no logras tomar decisiones sin el visto bueno de los demás, sí ante los conflictos siempre concluyes que ese otro es quien tiene la razón, si estas llenando vacíos a través suyo, si tu estado de ánimo depende de esa persona y con todo esto puede suceder que de pronto te des cuenta que tu mundo gira en torno a una de tus relaciones significativas.
Esta situación suele introducirnos en un espiral negativo, donde cada cosa que hacemos refuerza aún más esta dependencia. Si te identificas con todo esto busca la solución. Puedes empezar proponiéndote bajarle el volumen a tu dependencia.
A continuación, te contaré los puntos clave a través de los cuales considero que podrías empezar a trabajar en esto: Cuestiona la idea de exclusividad que tienes en torno a esa persona, seguramente no es la única que puede darte aquello que necesitas, con esto no hablo de parejas, sino de otras personas, amigos familiares y vos mismo. Quizá por ejemplo piensas que es la única persona con la que te diviertes reflexiona sobre con quien o de que otra forma también podrías obtener aquello. Que te aseguro que las hay!
Empieza a tomar tus propias decisiones, si te cuesta demasiado hazlo con temas no muy importantes en un principio, porque seguramente hasta esas pequeñas decisiones la estabas tomando a partir de la opinión de los otros. Así gradualmente aproxímate a tomar todas tus decisiones por ti mismo asumiendo una actitud adulta y tomando la responsabilidad de tu vida. Cuestiona tu concepto sobre el amor, si tus creencias en cuanto al amor son limitantes y te ponen en situaciones de sacrificio e incondicionalidad puedes estar seguro que las construiste en base a mitos y prejuicios que te llevan a adoptar una posición de entrega total.
Recuerda que en caso de sentir que no puedes solo lo recomendable es que pidas ayuda a un profesional para que evalúe tu situación y te acompañe en la solución.
Mereces una vida maravillosa, no te conformes con menos!