La mujer que se contactó aquella noche con Pierre Donadou Quispe, aseguraba subir a su perfil fotos de situaciones que aún no había vivido.
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La mujer que se contactó aquella noche con Pierre Donadou Quispe, aseguraba subir a su perfil fotos de situaciones que aún no había vivido.
Primero fueron paisajes de lugares a los que deseaba viajar alguna vez, pero luego fue una sacada en el asiento trasero de un taxi donde, aunque con dificultad, descubrió que él mismo la estaba acompañando. Quedó pasmado pero no quiso preguntar nada. Sería terrible que ella se lo pudiera explicar, ¿qué posible respuesta habría si, en realidad, no se conocían? Pensó en hablar de cualquier tema, pero ambos sabrían que era una salida forzada, la única pregunta posible estaba referida a saber qué hacía él en ese taxi, y la respuesta podría llegar a ser: vas a estar alguna vez allí. Pero antes de que se diera ese diálogo, ella puso otra foto en la que estaba sola, algo así como una foto carnet, pero el problema era el gesto.
Pierre buscó con la mirada al comisario, porque habíamos salido a caminar juntos ya que teníamos la misma terminación del documento, y entonces nos habló como si se lo dijera a él. El gesto de esa mujer, en esa fotografía, era como si hubiera asesinado a alguien, y la última persona que estuvo con ella (al menos en la foto anterior que había subido a su perfil), fui yo, nos dijo Pierre Donadou Quispe. Entonces la perspectiva era terrorífica: ¿esa mujer me estaba anunciando un destino trágico? ¿Pero lo dice sólo por el gesto?, le preguntó Blanca realmente sorprendida. Un gesto de haber asesinado a alguien podría confundirse con cualquier otro