La feligresía católica jujeña espera pacientemente que las iglesias puedan comenzar a realizar misas, pero por el momento las puertas de los templos continuarán abriéndose sólo para la asistencia espiritual de los fieles, confesiones y rezos individuales. Como se sabe, la Iglesia jujeña reabrió sus puertas a la feligresía, pero con un protocolo sanitario y con horarios acotados a los acostumbrados, por el coronavirus, pero aún no se reanudaron los oficios religiosos como misas o casamientos que signifiquen la aglomeración de personas en espacios reducidos.
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La feligresía católica jujeña espera pacientemente que las iglesias puedan comenzar a realizar misas, pero por el momento las puertas de los templos continuarán abriéndose sólo para la asistencia espiritual de los fieles, confesiones y rezos individuales. Como se sabe, la Iglesia jujeña reabrió sus puertas a la feligresía, pero con un protocolo sanitario y con horarios acotados a los acostumbrados, por el coronavirus, pero aún no se reanudaron los oficios religiosos como misas o casamientos que signifiquen la aglomeración de personas en espacios reducidos.
Respecto al retorno de las misas en la Diócesis jujeña en el contexto de la pandemia, en una actitud cautelosa el obispo César Fernández dijo que por ahora no elevará el pedido para que se autoricen con protocolo, y esperará un tiempo para ver cómo se desarrolla el virus en la provincia.
Cabe apuntar que ese protocolo debe ser elevado a la Conferencia Episcopal Argentina y al Gobierno nacional, que a su vez lo pondrá a consideración de su gabinete para analizar en qué marco de medidas se aprueba.
Desde la verdad
En el Día Mundial de las Comunicaciones Sociales, el obispo Fernández, haciéndose eco del mensaje del Papa Francisco, exhortó a los comunicadores a ser siempre creadores de relatos buenos y bellos, y a promover la esperanza.
Señaló además que "el domingo de la Ascensión de Jesús al Cielo, la Iglesia celebra la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, y todos los años el Santo Padre llega con un mensaje de aliento y de reflexión a los comunicadores, que son tan importantes en la vida de nuestra sociedad, y en la vida de cada uno de nosotros. Este año el Papa reflexionaba sobre la capacidad que tienen de hacer tanto bien cuando se transmiten buenas noticias, cuando no solamente se cuentan episodios circunstanciales del momento, sino que se va descubriendo también la sabiduría de la historia, de la vida, se va haciendo una narración ininterrumpida desde nuestras raíces hasta los acontecimientos actuales, y se va poniendo de relieve lo que hace crecer, lo que hace mejor al hombre, lo que nos ayuda a ser más solidarios, más fraternos".
En ese sentido, el obispo agradeció "por tanto bien que ustedes hacen, también con su servicio abnegado. Es uno de los servicios esenciales la comunicación, porque necesitamos los hombres estar informados desde la verdad, para poder obrar el bien y hacer el bien. Así que ayúdennos con todas las buenas noticias y con el aliento que nos dan, poniendo todo lo bueno que hay en el mundo por delante, que ciertamente es mucho mejor que lo que nos hace sufrir, o lo que ensombrece la realidad de los hombres", finalizó Fernández