CARLOS RUIZ
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CARLOS RUIZ
El Tribuno de Jujuy
Cáritas de la Parroquia San José de Perico volvió abrir sus puertas, teniendo en cuenta que por el aislamiento social, preventivo y obligatorio, la mayoría de la instituciones se encontraba sin brindar atención al público.
Por la flexibilización dispuesta por el Gobierno de la Provincia de Jujuy, y ante la demanda de las personas con necesidades, se abrió esta casa que brinda ayuda todo el año a los periqueños.
La reapertura de esta entidad solidaria, que depende directamente de la parroquia periqueña y que asiste a las personas en situación de vulnerabilidad, se produjo en los últimos días y provocó alegría en esa comunidad y otras aledañas del departamento El Carmen.
En ese sentido, sus integrantes destacaron la colaboración de voluntarios que atienden desinteresadamente a los periqueños que requieren ayuda.
La entidad tiene su sede en la avenida Belgrano del barrio Centro de Perico, muy cerca de la exestación de trenes, entre calles Bustamante y Rivadavia, lugar al que acuden muchas personas que viven en fincas, trabajadores rurales, familias numerosas, quienes solicitan abrigos en este tiempo de baja temperatura y hasta alimentos no perecederos.
Hace tres años atrás, con mucho esfuerzo y con importantes aportes de la comunidad, el párroco Germán Maccagno inauguró el esperado albergue solidario, denominado "Refugio San José". En ese espacio se brinda un techo a las personas en situación de calle, se las atiende, se las abriga y se les brinda alimentos. Muchos de los asistentes son adictos al alcohol, sin familia, abandonados, y allí encuentran un lugar donde se les brinda una gran contención.
Con los protocolos sanitarios, preventivos y pertinentes, fue autorizada la apertura de esta casa, porque hace un aporte gigante para paliar la pobreza que se arrastra de hace décadas. Su único fin es ayudar al prójimo, darle una mano, para que pueda superar esa etapa. Por eso desde ese espacio también se realizan cursos, talleres, actividades que generen una salida a esas personas, sembrando siempre la cultura del trabajo.
Pascuala Valeriano es una de las encargadas y dijo que "atendemos a mucha gente del campo, vienen de las fincas; está viniendo mucha gente a buscar abrigo, ropa, mercaderías, se les da todo lo que necesiten. Cáritas depende de la parroquia San José, agradecemos a los papás de los chicos de catequesis, a las familias que traen donaciones, con todo eso podemos cubrir las necesidades de los vecinos que vienen a pedir y encuentran una respuesta; el refugio también está disponible y siempre tenemos gente de la calle", apuntó.