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19 de Abril,  Jujuy, Argentina
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"Quedarán los que hacen trabajo artístico a conciencia"

Desde hace un tiempo que está claro que Pachi Herrera va con sus dedos en el charango para donde quiere. Sin dudas hubo una explosión de sus creaciones y de su talento en los últimos años, como solista, en colaboraciones, como músico, como voz, como autor.Actualmente está estrenando a razón de una cada siete días, en su canal de YouTube, producciones audiovisuales bajo el nombre de "Charangueando en cuarentena", con versiones de temas de rock en charango. El Tribuno de Jujuy habló con el artista para ahondar en su tiempo de cuarentena.
Domingo, 31 de mayo de 2020 01:00

Se trata de videos grabados en este tiempo de aislamiento, interpretando temas del rock nacional con charango y ronroco. Una propuesta que está teniendo gran aceptación y repercusiones entre su público y sus pares.

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Se trata de videos grabados en este tiempo de aislamiento, interpretando temas del rock nacional con charango y ronroco. Una propuesta que está teniendo gran aceptación y repercusiones entre su público y sus pares.

A última hora de este viernes se estrenó "El hombre suburbano" de Norberto Napolitano, tema incluido en "Pappo's Blues Volumen 1", primer álbum en estudio del trío de blues argentino Pappo's Blues editado en el año 1971. Además de Pappo en guitarra eléctrica, piano y voz; completaban el trío David Lebón en bajo eléctrico y Black Amaya en batería.

Esta, de Pachi Herrera, es una versión con charango maulincho para "Charangueando en cuarentena" (Live sesión). Él se encarga del maulincho y de la voz, desde Cuesta Blanca, la localidad del interior de Córdoba donde decidió vivir.

Se trata del cuarto video desde que inició esta propuesta.

Los tres videos anteriores fueron "Par mil" de Divididos; "Cola de Amor", el tema de León Gieco del disco "De Ushuaia a La Quiaca Vol. 1" lanzado en el año 1985, interpretado con su charango; y "Ji, ji, ji", versión con ronroco del emblemático tema de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota incluido en "Oktubre", su segundo álbum en estudio editado en el año 1986.

Para esta propuesta, lo acompañan en cámaras, Gustavo Laksman, y Pepe Basualdo en la asistencia. La edición de sonido es de Cristhian Da Rocha, la edición de video de José Fioramonti.

Después de su inolvidable presentación en la última edición del Festival de Cosquín, la cuarentena golpeó su energía pero por muy poquito tiempo.

Encerrado en su casa del interior de la provincia de Córdoba, en Cuesta Blanca, surgió esta idea que está siendo un gran acierto en su canal de YouTube. Se llama "Charangueando en cuarentena", y son videos musicales con interpretaciones realmente inéditas de temas clásicos del rock nacional, con charango.

¿Cómo te encontró esta cuarentena por la pandemia?

Me puse las pilas para armar un montón de proyectos que tengo pendiente, desde antes, y como no los pude hacer con banda, empecé con esto. Ahora estoy de diez, tranquilo. Al principio más o menos me pegó el bajón.

Toda mi vida toqué estas canciones que estoy grabando ahora, pero siempre las toqué para mis hermanos, en las guitarreadas, cumpleaños en Jujuy. Siempre en las guitarreadas folclóricas se tocan temas de Ciro (Los Persas), de las Pastillas (del Abuelo), más actuales, pero nosotros somos de la época de (León) Gieco, de (Alberto) Spinetta, etc.

Cuando empezó la pandemia, teníamos que entrar a grabar el disco que era la continuidad de "Charangueando", que se llama "Al viento". Ya estábamos haciendo la preproducción con toda la banda. De hecho, los dos últimos ensayos, que los transmití un ratito en vivo por Facebook, eran ensayos para entrar a grabar el disco nuevo.

¿Cómo es "Al viento"?

Son diez canciones nuevas, e inéditas, todas con mucha instrumentación con aerófonos andinos, y algunos con bronces (instrumentos de viento). Estaba todo listo para entrar a grabar. Todas las canciones son de autoría compartida, algunas con Ramiro González; con Mariano Luque de La Rioja como "El carnavalito riojano" que lo toqué en Cosquín; "Las comidas de mi tierra", con Adrián Temer; tengo una nueva con el Chaco Andrada de La Callejera; una con Mery Murúa, de Córdoba, que habla de los partos de las mujeres; todas esas las tengo listas para grabar. Es un disco conceptual con mucha instrumentación de viento.

Cuando entró la pandemia no nos pudimos juntar más y la preproducción se torna un lío porque cada uno está en su casa, y se pone bastante complicado.

Ahí me pegó el bajón y empecé a salir todos los días al balcón de mi casa que yo le llamo "el balcón paraíso" porque se ve toda la sierra y tengo la salida del sol todos los días al frente, y el río abajo. Lo que se ve en los videos. Entonces todos los días me llamaba mi mánager José Fioramonti para preguntarme cómo estaba y levantarme el ánimo, y yo le contaba "acá estoy tocando un tema de Gieco, o un tema de Divididos". Y entonces me dice "¿por qué no lo grabás?". Y le digo "no, vos decís? Nos van a matar".

Y él me contesta "grabalo, de última si no te gusta, te queda para vos". Y me convenció.

Me crucé al frente de mi casa, porque somos muy poquitos los que vivimos en esta zona. Uno de mis vecinos es cineasta, con el que hice el "Bailecito de los yuyos" y algunas transmisiones, y le comento que estoy por hacer este proyecto con algunas canciones, y que si me gusta hago más. Y se enganchó.

Cayó a mi casa con dos cámaras full HD. Puso una fija, y con la otra labura él, y yo me encargué del audio, porque yo tengo todo en mi casa para hacer demos. Así que entre los dos y otro vecino que ayudó a tirar los cables, todos con barbijo, grabamos "Ji,ji, ji".

¿Hace cuánto de esto?

 

Y un poco más de un mes.

Ah, mucho tiempo estuviste quietito...

Si, bastante. O sea, estuve mucho tiempo parado haciendo notas, esas cosas, pero no produciendo discos ni nada.

Arrancamos con "Ji, ji, ji" y nos gustó, así que nos pusimos horarios como un laburo cualquiera, y empezamos a hacer más. Y yo proyecté el disco, porque cuando terminen estas presentaciones en video, lo vamos a hacer con una mejor mezcla de audio, más completa, y lo vamos a subir a las plataformas digitales como "Charangueando II, en cuarentena".

Terminé de seleccionar las nueve canciones de distintas épocas de distintos autores, con el porqué de cada una.

Cuando presentamos "Cola de amor", le llegó a León Gieco y lo compartió en sus redes sociales. Con "Ji, ji, ji" ya tenemos más de 4.400 reproducciones en YouTube.

Para mí es un disco de folclore en el que un charanguista interpreta canciones que ya son de la música popular argentina. Ese es el objetivo.

Ahora, cuando yo escucho lo que hago, me doy cuenta que los toco como huayno, como bailecito, como tinku. Entonces digo, es un disco de folclore. Y las canciones son de la música popular, no sé si son rock, tango, reggae. Entonces yo digo que hice un disco de folclore con canciones que están en el inconciente colectivo, en la música popular.

¿Cómo fue la elección del horario del video, cómo se filmó cada uno?

Algo interesante es que las tomas son únicas, no están editadas con pinchazos. El audio lo mezcló el sonidista que trabaja conmigo, yo le enviaba la grabación por internet para que no pierda calidad. Hizo una ecualización y la mezcla, pero no está pinchada ni afinada la voz, ni corregidos los charangos. Es cien por ciento natural lo que toco y lo que canto. Para mí eso es lo más valioso, porque el oído hoy está acostumbrado a que todo sea máquina. Uno tiene la posibilidad hoy de que la voz salga perfecta y sin errores y corregir hasta las "s" con los efectos. Pero esto está hecho al natural.

La explosión

Todo este talento lo tuviste siempre, pero es como si en lo últimos años hubiera habido una explosión de tu arte, con ideas y proyectos donde se ve más lo que sos y lo que aprendiste, en una variedad de producciones que te hacen brillar mucho más, ¿cómo lo ves vos y qué pensás que pasó?

Honestamente no sé qué es lo que ha pasado. Yo he tenido muchos cambios personales también que me han hecho pararme de otra manera ante lo artístico. No sé exactamente lo que pasó, pero sí yo he sentido esa explosión y siento que aunque soy joven, tengo 40 años, un reconocimiento muy grande a lo que vengo haciendo.

Esa parada tuya, por ejemplo, en el escenario de Cosquín con la imagen de Atahualpa atrás, y el público anonadado cantando, es algo que va más allá de la foto. Fue como el Pachi reinando en ese tablado.

Lo de Cosquín para mí fue sublime, nunca me imaginé que iba a pasar eso. Hemos trabajado muchísimo con la banda, hemos hecho una producción muy grande a nivel audiovisual con la pantalla, también con el audio, para que sea lo más perfecto posible.

Pero más allá del laburo de ustedes, fue perfecto porque se dio todo, la organización, el público, el clima...

Sí, lo que superó todas mis expectativas fue la reacción del público. Imaginate que yo estaba tocando dos números antes de Sergio Galleguillo. La gente estaba esperando que explote la Chaya esa noche, y sin embargo se generó uno de los climas destacados de esta edición del festival, fue la interpretación de "Piedra y camino". Lo dijeron varios medios. Uno puede proponer cosas, pero luego está eso de que el universo te acompañe. Hace más de veinte años que me dedico cien por ciento a tocar, y recién en los últimos años el universo se alineó con todo lo que vengo haciendo.

"Pachama", la canción que compuse con Ramiro González, también en una de las ediciones anteriores de Cosquín, fue una de las canciones más cantadas del festival. Ahí me doy cuenta del reconocimiento que se me fue generando en estos últimos años. Ahora que llegan versiones del "Bailecito de los yuyos" que hice con Adrián Temer, de todas partes del país, y hasta de Venezuela, es increíble.

¿Qué esperás de todo después de esto?

Yo tengo como dos facetas. Yo creo que va a ser una zaranda importante a nivel artístico desde la cuarentena porque le va a pasar a la mayoría de la gente, porque hay un movimiento interior muy grande. Y te genera la reflexión de pensar para dónde encaramos luego. Y te termina de definir, si tu vida era realmente artística o no.

A nivel laboral, viene muy complicada la cosa porque hasta el día de hoy no hay ninguna solución, ni ningún horizonte visible con una fecha tentativa de cuándo vamos a volver a los trabajos grandes, como los festivales, recitales grandes, peñas grandes. Sólo se puede volver a los espacios reducidos.

Habrá que buscarles la vuelta a los streaming, a ver la posibilidad de cobrar una entrada virtual a los vivos bien hecho, porque también se hacen muchas cosas con mala calidad de sonido y video.

Los que realmente generábamos nuestro ingreso solamente de lo artístico, se puso bravo.

Va a volver de manera distinta, pero la forma de laburo va a ser más interesante. Va a quedar sólo la gente que estaba haciendo un trabajo artístico a conciencia. Es lo que siento.

Cuando se empiece a acomodar un poco el horizonte laboral, va a ser para mejor.

Va a ser algo muy lindo y me imagino que va a ser de a poco. Va a volver algo mucho mejor.

 

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