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Laberintos Humanos: Lógica y naturaleza

Martes, 05 de mayo de 2020 01:04

Si fuera por la lógica (les dije a mis amigos en el audio), uno debería concluir que los gallos cantan sus mañanitas más fuertes con la cuarentena. Primero por eso del contraste, porque al haber menos ruidos sus cantos serían más notorios, pero también por eso que se dice en estos días de que la naturaleza recupera sus espacios con la cuarentena humana. Pero acaso los gallos no sean tan naturales, como tampoco lo son los gatos y los perros. Tantos siglos, quien sabe si milenios a nuestro lado los habrá humanizado, dije en ese audio que mis amigos debían estar escuchando atentos.

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Si fuera por la lógica (les dije a mis amigos en el audio), uno debería concluir que los gallos cantan sus mañanitas más fuertes con la cuarentena. Primero por eso del contraste, porque al haber menos ruidos sus cantos serían más notorios, pero también por eso que se dice en estos días de que la naturaleza recupera sus espacios con la cuarentena humana. Pero acaso los gallos no sean tan naturales, como tampoco lo son los gatos y los perros. Tantos siglos, quien sabe si milenios a nuestro lado los habrá humanizado, dije en ese audio que mis amigos debían estar escuchando atentos.

Claro que eso de humanizarse no sé si es tanto un elogio. No digo que los gallos no le hayan cantado al sol antes de vivir en los patios y en los techos de nuestras casas, pero de sólo verlos se me hace que fueron distintos antes de conocernos. Por su porte, por la fuerza fogosa de su voz, por algo de sus plumas coloridas, siempre creí que son de una familia no tan lejana a los dragones. Y en eso de su humanización, cuando perdieron el poder legendario de un dragón para convertirse en meros gallos mañaneros, creo que se explica algo del silencio de estas mañanas, cuando cantan menos, cuando casi no se los escucha porque capaz que sientan parte de aquello que sentimos las personas con la cuarentena y ese virus que pareciera estarnos esperando por las calles. Y así como pensaba en los gallos que callan, o que al menos gritan menos en estas mañanas, como si fuera una consecuencia de ello me vino a la memoria una historia de amor.

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