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25 de Abril,  Jujuy, Argentina
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Más de 900 kg de hojas de coca secuestrados

Desde el cierre de la frontera entre las tres fuerzas de seguridad incautaron casi una tonelada del vegetal.
Miércoles, 06 de mayo de 2020 01:01

Desde la década de los 80 el valor del "oro del trópico de Bolivia" no incrementaba tanto su valor, el contrabando de hojas de coca es el negocio del momento. Los pobladores de Jujuy y Salta son consumidores habituales de hojas de coca, el arte de coquear para algunos es sinónimo de negocios para otros, actividad no reglamentada y más conocida como contrabando.

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Desde la década de los 80 el valor del "oro del trópico de Bolivia" no incrementaba tanto su valor, el contrabando de hojas de coca es el negocio del momento. Los pobladores de Jujuy y Salta son consumidores habituales de hojas de coca, el arte de coquear para algunos es sinónimo de negocios para otros, actividad no reglamentada y más conocida como contrabando.

Nadie imaginó que el cierre de la frontera La Quiaca y Villazón (Bolivia), se extendería por tanto tiempo, en sendos procedimientos efectuados por Gendarmería Nacional, Policía Provincial y Policía Federal.

La cantidad de hojas de coca incautada supera los 900 kilos, desde el tiempo en que ambas naciones decidieron cerrar sus fronteras para evitar la propagación del coronavirus, es decir desde la segunda quincena de marzo hasta mayo, es un número bastante importante.

Traducida en pesos el valor sería incalculable, porque cada día la coca sube de precio en los lugares donde es acopiada para la venta al otro lado de la frontera, cuando los compradores van a pagar con moneda nacional.

El cambio no favorece a los "importadores" argentinos, 100 pesos argentinos equivalen a solamente 5 pesos bolivianos.

En Villazón la hoja milenaria incrementó su valor a 10 o 20 bolivianos solamente, pero como el peso argentino está devaluado y prácticamente no vale nada en Bolivia.

El contrabando en casos excepcionales es reprimido con detención efectiva, en estos tiempos modernos quienes se dedican al contrabando de coca pagan una multa supeditados a una causa la cual dormirá por años en los archivos de los Juzgados Federales.

La ruta de la coca

El paso internacional está cerrado tanto del lado argentino como de Bolivia, caminos no habilitados también tienen un estricto control, hasta a veces sobrehumano de las fuerzas que hacen hasta lo imposible para contrarrestar el contrabando.

La extensa frontera entre Jujuy y el departamento de Potosí, con ríos secos, permite que la hoja ingrese por lugares inhóspitos.

Uno de esos sitios es el basural de La Quiaca, poco vigilado por obvias razones, a su vez bien aprovechado por los contrabandistas.

Los paquetes comprados al otro lado no llegan solos, alguien se encarga de cruzarlos hasta lado argentino, eso tiene un costo por kilo, especie de "Iva" del contrabando.

La frágil economía por la cual atraviesa la ciudad fronteriza hizo que varias personas sean compradores, pasadores y distribuidores.

"La gente gana dinero revendiendo sin arriesgar demasiado", señaló una fuente a El Tribuno de Jujuy.

La Quiaca es solo uno de los engranajes de una compleja red que hace circular las hojas.

Sobre los precios en La Quiaca

Tan cerca y a la vez tan lejos, son las palabras exactas para definir el valor antes impensado que tiene al día de hoy la hoja de coca en su estado natural en esta ciudad fronteriza, donde antes cruzar la frontera era algo normal para los ciudadanos de esta ciudad.

Comprar también por menudeo o hasta un kilogramo de la hoja, significaba caminar, de paso entretenerse y regresar con la bolsa verde llena del producto. Ahora se compra en lado argentino, por supuesto no hay comercios habilitados para tal fin, sí están las redes sociales y grupos de WhatsApp, donde los habituales consumidores se las ingenian para tratar de conseguirla. Los precios antes del cierre de la frontera eran en la ciudad boliviana de Villazón, coca común tenía un costo de 1.000 pesos por kilo, la popular “taki” 1.100 pesos, mientras que la “hojeada” de 1.300 pesos y la coca especial o “elegida” de 1.600 a 1.720 pesos el kilogramo, siempre hablando de pesos argentinos. Esos precios ahora están “dolarizados” en la ciudad fronteriza, por ejemplo la hoja común 8.800 pesos, al igual la “taki”, la “hojeada 10.000 pesos y la especial llega a valer 12.000 pesos. Verdaderas fortunas por el placer de coquear, y negocio para los contrabandistas.