Por primera vez en Jujuy se podría realizar una gestación subrogada debido a que una pareja que no puede tener hijos presentó su caso ante la Justicia para que les autoricen llevar a cabo esta práctica que la efectuaría una pariente de ellos que se ofreció para llevar en su vientre al bebé hasta que nazca.
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Por primera vez en Jujuy se podría realizar una gestación subrogada debido a que una pareja que no puede tener hijos presentó su caso ante la Justicia para que les autoricen llevar a cabo esta práctica que la efectuaría una pariente de ellos que se ofreció para llevar en su vientre al bebé hasta que nazca.
Maternidad subrogada es la práctica por la que una mujer se queda embarazada, da a luz un bebé y se lo cede a una pareja.
La abogada de estas personas, Agustina Reyna, a través de un escrito presentado al Poder Judicial solicitó autorización para iniciar la técnica médica de reproducción humana asistida denominada gestación por sustitución, por considerar que ha sido indicada como única alternativa médica de este matrimonio para poder procrear y formar una familia.
"En respeto y protección al interés superior del menor que pudiera nacer de este tratamiento, es que recurro a la Justicia a fin de obtener la autorización judicial. En concreto, solicito amparo precautorio para que se autorice a mi mandante a someterse al tratamiento de gestación por sustitución con gametos de los comitentes y que la futura filiación sea titularidad de los padres que tienen la voluntad procreacional", manifiesta la primer parte de la presentación del petitorio que la abogada realizó ante la Justicia jujeña la semana pasada.
Problemas de salud
El matrimonio posee dificultades para procrear debido a diversas complicaciones que posee la mujer en su útero llegando al punto de padecer un aborto espontáneo en el año 2004. Luego, tras recuperarse de ese cuadro, le dijeron que no tenía útero y que no podía menstrual, pero un año y medio después, sorpresivamente, volvió a menstruar.
Paradójicamente y después de unos años se realizó un estudio en el que le salió que sí poseía útero, pero con ciertas complicaciones, algo que le dio esperanzas de poder tener un hijo de forma natural. Tras recibir esa noticia junto a su esposo, empezaron a investigar la posibilidad de realizar una gestación por sustitución y se enteraron que ya existían casos de esta práctica en el país pero que tenían un costo de 300.000 pesos, dinero con el que no cuentan.
Para seguir haciéndose estudios sobre el estado de su útero se dirigieron a un hospital de Buenos Aires y luego a uno cordobés. En Córdoba le dieron una pequeña luz de esperanza ya que le hicieron análisis más específicos en los que determinaron que existía una posibilidad de embarazo mediante los métodos de reproducción asistida. El tratamiento pudo iniciarse pese a que la obra social "se ocupó de otorgarles más problemas y después de una tediosa lucha logró que se le reconociera gran parte del tratamiento, no su totalidad", mencionó la abogada.
Lamentablemente para el matrimonio, el embarazo no prosperó complicando la salud de la mujer por lo que los especialistas que la atendieron le dijeron que no vuelva a intentarlo porque podría ser muy riesgoso para ella, y le recomendaron iniciar el proceso de maternidad por subrogación.
Un precedente
Para finalizar Reyna sostuvo que "espero que lo aprueben porque estaría bueno que esto quede como un precedente, que se asiente jurisprudencia y que se sume a la cantidad de fallos que existen a favor de la gestación por sustitución para que toda persona que quiera tener un hijo y que no tenga la posibilidad pueda encontrar una mujer gestante que acepte llevar el embarazo".
“Un enorme deseo de ser padres”
Previo a la realización del tratamiento, los involucrados dejan establecido mediante un documento su consentimiento. Después de todo lo que vivieron, continuaron su búsqueda porque tienen “un enorme deseo de ser padres tras las tantas frustraciones, dolores por la cantidad de intentos y frustraciones por las que tuvieron que pasar”, relató la abogada Agustina Reyna. Entonces decidieron recurrir a la maternidad por subrogación para formar una familia, es así que en busca de ayuda emocional y contención familiar le comentaron su situación a la sobrina del esposo que de inmediato ofreció ayudarlos como mujer gestante que llevara en su vientre el bebé producto del espermatozoide y óvulo de la pareja.
Esta persona tiene tres hijos “por lo que para ella es suficiente y no desea maternar nuevamente, pero que está dispuesta a gestar para ellos. Este ofrecimiento es brindado únicamente con fines solidarios y humanitarios, aclarando esto se descarta totalmente la existencia de algún tipo de finalidad de lucro o ventajas económicas. Simplemente se trata de un acto de amor y no por alquiler de vientre”, dijo. Tomada esta decisión, los involucrados en el caso se realizaron exámenes psicológicos, al igual que en los hijos de la mujer que prestaría su vientre, donde se determinó un estado emocional apto para que se lleve a cabo esta práctica, según lo establecido en la presentación.
El tratamiento de maternidad por subrogación sería realizado por una clínica de Córdoba. “Este tratamiento consiste en realizar una estimulación ovárica con transferencia embrionaria a madre sustituta, pero ante la falta de legislación existente a la fecha y para evitar problemas legales las partes optan por realizar todo como corresponde y solicitar un permiso judicial”, señaló. También comentó que “es importante explicar la urgencia con la que se solicita la autorización, esto reside en cuidar los tiempos biológicos de la mujer, para ello explico que la ciencia expresa que un óvulo preservado antes de los 35 años es de mucho mejor calidad que uno natural sin preservar luego de esta edad, en esta situación los profesionales indican que el tiempo es oro”. La mujer que desea ser mamá tiene 33 años.
Ambas mujeres son beneficiarias de la misma obra social, “por eso considero que esta deberá hacerse cargo del 100% del monto del tratamiento, fundando mi pretensión en la ley de “Reproducción Médicamente Asistida”. Asimismo, es importante destacar los padres intencionales y la mujer gestante deberán prestar el consentimiento previo, informado y libre ante la clínica donde se llevará adelante el procedimiento médico.