El impacto negativo con la restricción para la actividad comercial al por mayor y de ferias locales, provocó que cientos de familias no puedan trabajar por lo tanto estos meses sobrevivieron a la cuarentena.
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El impacto negativo con la restricción para la actividad comercial al por mayor y de ferias locales, provocó que cientos de familias no puedan trabajar por lo tanto estos meses sobrevivieron a la cuarentena.
La pobreza y hambre se acentuó en La Quiaca. La "gallina de los huevos de oro" es decir el comercio está paralizado, las deudas de alquiler, proveedores y servicios van acumulándose para con los personas que se dedican esta actividad.
Por otro lado toda la cadena de actores que depende del rubro, hace dos meses no ven un centavo, sin plata no hay con que cubrir las necesidades básicas de los vecinos que son propietarios o dependen de esa actividad.
Por un lado están los grandes mayoristas, el cierre de la frontera significó un golpe durísimo, "nos afecta directamente porque la mayor cantidad de ventas era para Bolivia estamos tratando de sobrellevar las cosas pero se hace difícil", dijo Marcelo Cadena, comerciante quiaqueño.
También añadió que "hay personas que trabajan para nosotros, esto es una rueda y ellos tampoco la están pasando bien, somos generadores de trabajo pero con la situación actual apenas sostenemos a nuestros empleados", explicó.
La zona comercial de La Quiaca abarca todo el casco céntrico y desde el inicio de la cuarenta otros rubros comerciales se vieron afectados.
Consultado sobre si el mercado interno hablando de compradores de Abra Pampa y La Quiaca, las dos urbes más importantes de la Puna consumen la misma cantidad de mercadería, respondió que "es sólo el treinta por ciento de los productos que ofertamos, el resto era adquirido por compradores bolivianos".
En otro tramo del diálogo con El Tribuno de Jujuy expresó que "la parte sur de Bolivia necesita de los productos argentinos, se abastecen directamente con nuestra ciudad, el cambio les favorece. Creemos seguiremos comercializando con ellos pero no sabemos cuándo", sostuvo.
Por último manifestó que "como mucho hasta septiembre podemos aguantar, tenemos la esperanza haya flexibilización pero de continuar numerosos comercios cerrarán sus puertas".
El panorama se asemeja a los 90, cuando el principal centro productivo quiaqueño quedó a la deriva por las políticas económicas de ese entonces.
Ferias
Ante la demanda de compradores locales y de Villazón (Bolivia), otro de los puntos por donde circula efectivo es la feria ubicada en la avenida Héroes de Malvinas, además de la ubicada en ruta 5 y otros puestos menores.
Otro número importante de familias viven de la venta de todo tipo de productos, los locatarios están solicitando a la intendencia local poder brindar atención al público.
"Queremos regresar a trabajar y desde la municipalidad nos piden a los feriantes que nos registremos nuevamente. Estamos registrados y pagamos impuestos desde el primer día que tenemos la caseta, uno de los requisitos es llevar el último pago de impuestos y hay gente que no tiene ni para comer", dijo Tomás Mamani, representante de los feriantes.
Aguardan paciente que desde el COE fronterizo tomen acciones tendientes a reactivar paulatinamente el comercio minorista respetando las normas establecidas a nivel provincial, el ejemplo es Abra Pampa que dio respuesta al pedido de sus pobladores.