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Cómo es el modelo de Suecia que usó Fernández para criticar a la oposición

 El país nórdico adoptó un enfoque más flexible que otros países europeos frente a la pandemia.

Sabado, 09 de mayo de 2020 11:55

Suecia adoptó un enfoque más flexible que otros países europeos frente a la pandemia de coronavirus, que resultó polémica por varios motivos. Ahora, el infectólogo, que es el ingeniero de la lucha contra el COVID-19 en el país, aseguró que podrían tener "inmunidad colectiva" en mayo. 

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Suecia adoptó un enfoque más flexible que otros países europeos frente a la pandemia de coronavirus, que resultó polémica por varios motivos. Ahora, el infectólogo, que es el ingeniero de la lucha contra el COVID-19 en el país, aseguró que podrían tener "inmunidad colectiva" en mayo. 

En diálogo con los medios locales, el infectólogo Anders Tegnell afirmó que la población de Estocolmo, el epicentro del brote del país, podría lograr la "inmunidad colectiva" tan pronto como el próximo mes.

"Según nuestros modelos -de la Agencia de Salud Pública de Suecia-, estamos empezando a ver tantas personas inmunes en la población de Estocolmo, que está empezando a tener un efecto en la propagación de la infección", afirmó el experto.

A pesar de ello, hay indignación por la gran cantidad de muertes que el coronavirus está causando entre la población de ancianos, comenzando con los residentes de los geriátricos, en un país donde apelaron a la "responsabilidad individual" ante la pandemia.

Se estima que un tercio de las 3.175 víctimas fatales Suecia (suma 25.265 contagios) vivían en hogares de reposo, un fenómeno que ahora preocupa a la Agencia Sueca de Salud Pública. 

Numerosos artículos e informes sobre el impacto violento del coronavirus entre los ancianos comenzaron a aparecer en los medios de prensa suecos, con cientos de infecciones, especialmente en los hogares de ancianos de Estocolmo.

"Esta es nuestra gran área problemática", admitió Tegnell, quien ideó el enfoque flexible adoptado por el gobierno. Y el mismo primer ministro ahora reconoció que el país se enfrenta a una "situación grave" con respecto a sus hogares de ancianos.

El Parlamento sueco aprobó esta semana una reforma de la ley de enfermedades contagiosas, siguiendo el acuerdo anunciado ya antes de Semana Santa por Gobierno y oposición, que permitirá al Ejecutivo cerrar puertos, aeropuertos, estaciones de tren, centros comerciales y restaurantes, entre otros.

Las autoridades rechazan que en el país la pandemia no haya cambiado ninguna costumbre. "Es un mito que la vida transcurra como si nada en Suecia", dijo la ministra de Asuntos Exteriores sueca, Ann Linde, el viernes pasado. 

La responsable de Asuntos Sociales, Lena Hallengren, rechazó también en la misma conferencia de prensa que Suecia actúe de forma "radicalmente distinta" al resto de Europa y sostuvo que solo hay dos diferencias importantes: que no se han cerrado las escuelas y que no se han adoptado reglas para obligar a la gente a quedarse en casa.

"No hay ninguna evidencia de que cerrar escuelas frene el contagio, ni tampoco hay justificación racional para imponer el confinamiento: al contrario, tomar el aire mejora la salud", resaltó por su lado el director de la Agencia de Salud Pública, Johan Carlson.