El panorama en las casas de venta de comida y restaurantes no es del todo favorable. Y es que luego de que el Gobierno provincial decidió retroceder a la fase 1, como parte de las medidas preventivas ante la aparición de nuevos casos de coronavirus, los propietarios de estos locales se vieron severamente afectados, debido a que tuvieron que dejar de atender en sus instalaciones y optar nuevamente por la modalidad delivery, por ahora, la única herramienta para seguir en actividad. Mientras tanto, están quienes ya venían trabajando de este modo pero igualmente mencionaron que se vieron perjudicados por la baja del consumo que, según señalaron, continúa en picada desde que se inició la cuarentena en todo el país.
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El panorama en las casas de venta de comida y restaurantes no es del todo favorable. Y es que luego de que el Gobierno provincial decidió retroceder a la fase 1, como parte de las medidas preventivas ante la aparición de nuevos casos de coronavirus, los propietarios de estos locales se vieron severamente afectados, debido a que tuvieron que dejar de atender en sus instalaciones y optar nuevamente por la modalidad delivery, por ahora, la única herramienta para seguir en actividad. Mientras tanto, están quienes ya venían trabajando de este modo pero igualmente mencionaron que se vieron perjudicados por la baja del consumo que, según señalaron, continúa en picada desde que se inició la cuarentena en todo el país.
Tras diferentes relevamientos que vino realizando nuestro diario respecto a la situación económica de este sector, se llegó a la conclusión de que antes de que el sector ingrese a las restricciones por la pandemia del Covid-19 -en el mes de marzo- ya venían sufriendo la caída en ventas de entre un 50 y 60%, ahora por el contexto esta se encrudeció llevando a que en algunos locales la rentabilidad baje hasta un 70%.
Ayer, tras relevar nuevamente estas instalaciones de la capital jujeña, se observó que el panorama no fue distinto. Dificultades para afrontar el pago de los trabajadores, recaudación de hasta un 25 por ciento de las ventas habituales y bajas en el consumo hasta el 90%, son algunos de los problemas que vienen afectando a estos emprendimientos.
Encarar la fase preparados
Sobre la calle Sarmiento y San Martín se encuentra una confitería-bar que, según señaló una de las encargadas, el retorno a la fase 1 lo encararon más preparados laboralmente, teniendo en cuenta que al principio, cuando debieron trabajar únicamente con delivery les costó adaptarse a esa modalidad. Ahora sus productos son solicitados en barrios como Chijra, Los Perales y La Viña. Asimismo, indicaron que el consumo bajó fuertemente y suponen que se debe a que los clientes escatiman gastos porque desconocen cuánto durará esta pandemia.
Con un 20% de capacidad
Mientras tanto, en un restaurante ubicado sobre calle República de Siria, los encargados apuntaron que tras el regreso a la actividad -a inicios de mayo- las ventas empezaron a reactivarse. Sin embargo, sostienen que actualmente trabajan con un 20% de capacidad.
Adaptarse a otros horarios
Desde una empanadería que se encuentra en la avenida Almirante Brown remarcaron que la demanda a la fecha bajó más de un 50%. Si bien, antes del inicio de la pandemia por el coronavirus, venían trabajando con delivery, indicaron que no logran recaudar el mismo porcentaje de ventas habituales. Asimismo, el contexto de emergencia llevó a los empleados a dividir sus jornadas y adaptarse a otros horarios.
Clientes consumen menos
En la misma avenida se encuentra un local de comida y según pudo relevar nuestro diario, los afectó fuertemente la caída de la economía acompañada de la crisis sanitaria. A su vez, se vieron perjudicados con la caída de venta por arriba del 90%, sumado a que los clientes eligen los menús más económicos.
Dispar movimiento
El relevamiento realizado ayer en diferentes puntos de la capital jujeña permitió observar que algunas casas de comidas durante la mañana no abrieron sus puertas, en algunos casos tampoco lucían los carteles de promoción de menús a través de delivery. Tras consultar a algunos propietarios de estos emprendimientos, indicaron que durante el fin de semana no hay mucho movimiento de clientes. Mientras tanto, otros prefieren trabajar durante la semana en el horario de 19 a 0 a través de la modalidad puerta a puerta. También durante el recorrido en la zona céntrica y algunos barrios se pudo observar que varias personas buscaban aprovisionarse de alimentos en supermercados y en casas de venta de pastas. Al igual que en las carnicerías y panaderías se registró un importante movimiento de clientes.
Las opiniones
Arrancamos la fase 1 un poco más preparados porque la primera vez nos costó bastante debido a que el servicio que brindamos es en el salón, por lo que con esta pandemia tuvimos que adaptarnos al servicio delivery. Disponemos de un número telefónico parta que los clientes hagan sus pedidos. Llegamos a zona de Chijra, Los Perales, La Viña, entre otros puntos. El consumo bajó bastante y además se redujo la actividad de los empleados pero no hubo despidos ni suspensión.
Cuando se nos habilitó para trabajar, la actividad estaba mejorando pero ahora que volvimos a la fase 1, trabajamos con un 20% de capacidad y algo de delivery. Mantenemos clientes de hace años y mayormente nos movemos en la zona donde se encuentra el restaurante. Además, con todo este tema de la pandemia tuvimos que adaptarnos a otras formas de promoción, como ofrecer nuestros platos de comida a través de WhatsApp, Facebook e Instragram, trabajando de lunes a lunes.
Normalmente nuestros clientes se acercaban a comer al local, otros encargaban y mandábamos la comida a través de cadetes. Ahora que volvimos nuevamente a la fase 1, trabajamos únicamente con delivery, la demanda y el movimiento bajaron más de un 50%. Tratamos de mantener las ventas. Tenemos pedidos de clientes de la avenida Almirante Brown, otros de San Pedrito, Malvinas y de Palpalá. Trabajamos desde las 10 hasta las 15. Además, se redujo el turno de las empleadas.
La situación económica está muy mal. Actualmente la venta llegó a bajar cerca del 90 por ciento. Ahora estoy trabajando con delivery y algunos clientes vienen a encargar. Estoy tratando de sobrevivir a esta situación, yo trabajo sola en mi local de comidas desde la mañana hasta las 14. Lamentablemente ahora los clientes consumen mucho menos y están quienes prefieren comprar los menús más económicos. No se sabe hasta cuándo seguirá esta situación que nos afecta a todos.