Esta claro que el parate de las actividades a causa del coronavirus o más precisamente de la cuarentena más estricta que es la de fase 1 volvió a generar inconvenientes en algunas instituciones que con la fase 4 desarrollándose hasta el martes 16 inclusive veían como el movimiento en los clubes de a poco se iba normalizando o por lo menos entrando en ritmo.
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Esta claro que el parate de las actividades a causa del coronavirus o más precisamente de la cuarentena más estricta que es la de fase 1 volvió a generar inconvenientes en algunas instituciones que con la fase 4 desarrollándose hasta el martes 16 inclusive veían como el movimiento en los clubes de a poco se iba normalizando o por lo menos entrando en ritmo.
Club Atlético Independiente, por ejemplo, desde el 1 de junio había habilitado, protocolo mediante, gran parte de sus actividades deportivas.
La institución que funciona en calle Senador Pérez no habilitó las actividades de la escuela de natación todavía y según lo expresó en la red social Facebook, lo hará en el mes de agosto.
Cuando a mediados de marzo se dictó el aislamiento obligatorio, la entidad céntrica, acató la medida primeramente por un lapso de 10 días, específicamente desde el 16 de marzo, Independiente cerró sus puertas hasta junio cuando como mencionamos anteriormente las volvió a abrir para deportistas mayores de 16 años.
Por lo que claramente, la vuelta a la fase 1 retrasó todo. Desde la institución capitalina saben que son medidas para intentar frenar el avance de la pandemia en nuestra provincia pero se preocupan por lo que las pérdidas que les puede generar en la vida deportiva de una entidad que se caracterizó por la buena captación de atletas de distintas edades.
La ansiedad de directivos, profesores y alumnos se ve plasmada con efusividad en el Facebook de la institución una de las vías que en plena cuarentena sigue activa y en la cual todos expresan las ganas que tienen de volver una vez más a los entrenamientos en el club por el que tienen un gran sentido de pertenencia.
Era febrero y desde el CAI cumplían ya un mes de trabajos tras el receso por las fiestas de fin de año todo era optimismo y así lo expresaba el "profe" Martín Cardozo quien le contaba a este matutino la buena concurrencia de deportistas que había tenido la institución en plenas vacaciones de verano.
Aquel momento parece lejano pero en él se debe apoyar la institución para sacar fuerzas y atravesar este parate que preocupa en todos los ámbitos de una sociedad cada vez más golpeada por el coronavirus.