Trabajadores "golondrinas" que residen en el paraje El Quemado (departamento San Pedro), cumplieron la cuarentena obligatoria en un hotel de la capital jujeña, y luego de haber recibido asistencia por parte del Gobierno de la Provincia, fueron trasladados ayer a la mañana hasta el lugar donde viven a bordo de un colectivo, junto a otras personas que residen en el Ramal jujeño.
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Trabajadores "golondrinas" que residen en el paraje El Quemado (departamento San Pedro), cumplieron la cuarentena obligatoria en un hotel de la capital jujeña, y luego de haber recibido asistencia por parte del Gobierno de la Provincia, fueron trasladados ayer a la mañana hasta el lugar donde viven a bordo de un colectivo, junto a otras personas que residen en el Ramal jujeño.
Los trabajadores expresaron que "duele regresar a casa con las manos vacías", pero coincidieron que lo más importante fue haber podido regresar a la provincia, cumplir con el protocolo establecido y a partir de ahora comenzar de nuevo, pero ya fortalecidos con el afecto y la compañía de sus familias.
Valeria, Mario y Miguel son cortadores de ladrillos, única fuente de trabajo que hay en el legendario exlote azucarero, y en la época estival, debido a las lluvias y crecidas de los ríos, emigran hasta otras provincias en busca de trabajos de temporada.
Este año la pandemia los encontró en la provincia de San Juan, y debido a la cuarentena establecida no pudieron trabajar, y luego de gastar sus ahorros para poder mantenerse, debieron vivir de la caridad de algunas personas y hasta dormir en el piso con una taza de mate cocido en el estómago, que se constituía en el único alimento diario.
Cálida recepción
Al arribar a la provincia, recibieron por parte del Gobierno de la Provincia la asistencia alimentaria y un lugar de alojamiento para poder cumplir con la cuarentena en un hotel de avenida 19 de Abril de San Salvador de Jujuy y en la víspera regresaron a casa.
La comunidad sampedreña los recibió con una gran alegría y les preparó una cálida bienvenida, sosteniendo que "no iban a llegar con las manos vacías" a encontrarse con sus hijos y demás familiares, y así emprender otra etapa dentro de la emergencia que se vive a raíz del coronavirus.