"Es falso que el tema está superado, todavía no pasó". En el inicio de la videoconferencia con los gobernadores, antes del anuncio de una nueva prórroga de la cuarentena, Alberto Fernández buscó dejar en claro la posición del Gobierno nacional frente a la pandemia por el coronavirus y marcó dos escenarios distintos entre lo que sucede en el AMBA respecto a la reactivación que impulsa en el resto del país.
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"Es falso que el tema está superado, todavía no pasó". En el inicio de la videoconferencia con los gobernadores, antes del anuncio de una nueva prórroga de la cuarentena, Alberto Fernández buscó dejar en claro la posición del Gobierno nacional frente a la pandemia por el coronavirus y marcó dos escenarios distintos entre lo que sucede en el AMBA respecto a la reactivación que impulsa en el resto del país.
“La prioridad es el cuidado de la gente”, reforzó el Presidente, quien estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; su vice, Cecilia Todesca; y el ministro de Salud, Ginés González García.
Con ese mensaje, el jefe de Estado abrió la charla en la que los mandatarios provinciales, incluidos los de Juntos por el Cambio y partidos provinciales, ratificaron su apoyo a las decisiones que adopta la Casa Rosada, en medio de cuestionamientos que surgen desde sectores más extremos de la oposición.
La intervención de los gobernadores se organizó por orden de conexión a la sesión de la plataforma Zoom. Así, luego de la presentación de Fernández, fue el turno del puntano Alberto Rodríguez Saá. En una reunión que bien temprano desde la Quinta de Olivos descontaban que se iba a prolongar hasta más allá del mediodía, los siguieron en la lista el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, quien flexibilizará un poco más la cuarentena en el interior de la provincia y otorgará aperturas quirúrgicas en el Conurbano; Mariano Arcioni (Chubut), Juan Schiaretti (Córdoba) y Gildo Insfrán (Formosa).
El apoyo a la estrategia sanitaria del Gobierno fue rotundo. “El país se diferencia del AMBA, pero nadie se quiere relajar”, fue una de los mensajes que transmitió un gobernador, dejando en claro que más allá de que la realidad del interior es distinta a la de Capital Federal y Buenos Aires, son conscientes de que cualquier descuido puede redundar casi de inmediato en focos de contagio en sus provincias.
En ese sentido, se puso como ejemplo el caso de la localidad bonaerense de Necochea, donde después de casi 60 días sin casos se detectaron cerca de 30 positivos por dos personas que llegaron desde Buenos Aires y desataron una cadena de contagios que provocó que se aíslen 350 personas. “Allá decían que todo estaba bien y hasta mostraban gente en la playa y ahora tienen mas de 50 casos... Eso demuestra que todos estamos en riesgo”, expuso un mandatario.
El escenario que se trazó en la videoconferencia es incierto de cara a lo que puede venir: “Es falso que el tema paso. Todavía no entramos al invierno y no sabemos cuándo va a ser el pico. El virus está circulando”, se escuchó.
Aunque el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro; ya había realizado una ronda de consultas conocer de primera mano la postura de los gobernadores, el respaldo de gobernadores de provincias que no registran casos desde hace tres ciclos de la cuarentena y de otros que, como Catamarca y Formosa ni siquiera tuvieron un caso; fue recibido con satisfacción en el entorno presidencial.
Sucede que en los últimos días, la irrupción de los movimientos anticuarentena que fogonearon marchas en todo el país y las duras críticas del sector más duro de Juntos por el Cambio habían provocado preocupación en Olivos. “Es peligroso que se cuestione una estrategia sanitaria que está respaldada por los mejores expertos del país”, se quejaron desde Olivos.
Aunque los gobernadores ya empezaron a evaluar junto al ministro de Educación, Nicolás Trotta; la posibilidad del regreso de las clases; y en Nación sostienen que podría darse en agosto, no se avanzó con el tema: en un contexto en el que el Gobierno busca rodear de legitimidad a la continuidad de la cuarentena, los mandatarios se cuidaron al máximo de evitar que cualquier pedido resuene como una presión hacia Fernández.
El último en hablar fue el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; quien se encamina a flexibilizar un poco más la cuarentena a pesar de que su distrito es el más afectado. En un clima distendido, el alcalde tuvo un gesto hacia el Gobierno nacional, especialmente dirigido al ministro de Salud, Ginés González García: ante sus pares, elogió su trabajo y dijo que el operativo DetectAr que se implementó en el AMBA para evitar la propagación del virus en los barrios vulnerables "es un golazo".