Un camionero jujeño afirmó que "cambiaron la versión para cubrirse, pero jamás le mordí la nariz a nadie". Así se presentó telefónicamente F.R., el trabajador acusado por la policía de haber reaccionado violentamente cuando le exigieron el certificado de test rápido o PCR cuando lo pararon en el puesto de control vehicular ubicado sobre el río Piedras, en la ruta nacional 34, en el límite entre Jujuy y Salta.
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Un camionero jujeño afirmó que "cambiaron la versión para cubrirse, pero jamás le mordí la nariz a nadie". Así se presentó telefónicamente F.R., el trabajador acusado por la policía de haber reaccionado violentamente cuando le exigieron el certificado de test rápido o PCR cuando lo pararon en el puesto de control vehicular ubicado sobre el río Piedras, en la ruta nacional 34, en el límite entre Jujuy y Salta.
El camionero afirmó que los transportistas que regresen de Salta a la provincia en menos de 6 horas no deben hacerse el test.
El hombre aseguró haber recibido una feroz golpiza, avalada por el certificado médico brindado por el profesional que lo atendió en el hospital "San Miguel" de la localidad de Yuto, y además señaló que el oficial supuestamente agredido no presentaba ninguna lesión en la nariz.
El trabajador del volante de 56 años trabaja "arriba del camión" desde hace casi 40 años y por ese puesto de control pasa todos los días, ya que transporta fruta a granel desde las fincas de toda esa zona para la empresa Ledesma. Y están en plena temporada, lo cual lo obliga a realizar al menos un viaje por jornada.
Expresó que jamás tuvo problema con nadie y "necesito limpiar mi nombre", por lo que ya inició con la participación de un abogado las acciones legales correspondientes, especialmente por la golpiza que le propinó un oficial de apellido Ríos y por las mentiras que se generaron en torno a un hecho que se pudo haber solucionado hablando.
El denunciante aclaró que "sí hay una parte de verdad" y es el hecho de habernos insultado mutuamente, "pero jamás lo ataqué y mucho menos le mordí la nariz", aclarando que por ser el oficial mucho más joven y contar con los conocimientos necesarios le aplicó un par de golpes y cuando se quiso dar cuenta estaba en el suelo con la cara y especialmente la boca y la nariz en la tierra, la rodilla en la espalda y alguien que a los gritos pedía "los grilletes".
Agradeció la participación del oficial principal Sánchez que se hizo cargo de la situación y quien le indicó que no se le formularía cargo alguno, salvo el hecho de tener que guardar cuarentena por haber estado en contacto con los policías y que el agresor recibiría una sanción disciplinaria, labrándose un acta en la Seccional 22º de Yuto.