Su secreto
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Su secreto
Angelita se fue a dormir, esa noche, sin haber podido chatear con ese misterioso personaje cuya foto de perfil era la de una muchacha bella y triste, y cuyo nombre era la Seño. Lo había hecho cada noche en esos últimos días, desde que apareciera en su celular para invitarla, pero esa, cuando sus padres quisieron saber con quién se escribía, la Seño no se conectó.
Pensaron en varias soluciones posibles, la mamá quiso ir a la policía para denunciarla pero el papá pensó que era algo apresurado, que alcanzaba con vigilar a su hija para saber qué hacía. Primó la decisión del padre, y ese día, cuando Angelita asistía a las clases virtuales de la escuela, se coló un mensaje de la Seño entre los del grupo de su grado.
La invitaba a que en la madrugada saliera al fondo de la casa para encontrarse, le dijo que ese era su secreto. Sus padres no sospecharon nada porque pensaban que la Seño sólo le escribiría de noche, pero llegada la madrugada decidieron no dormir para ver qué hacía la niña.
La vieron levantarse de la cama, donde dormía con sus dos hermanas mayores, abrigarse con una mantita de lana, arreglarse las trenzas, sacudirse la falda, abrir la puerta y salir a lo oscuro de la noche, donde sin embargo todo parecía tibio y luminoso. Los padres se asomaron a la puerta del fondo, la que daba al patio, y vieron que la niña se abrazaba a esa figura delgada y de cabellos largos.
El padre entró para regresar pronto con una linterna con cuya luz pudieron sacarse las dudas, y fue entonces que los ganó el asombro.
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