A las despensas de barrios de la capital jujeña se les está haciendo difícil afrontar el pago de los impuestos y de los servicios. Los propietarios de los comercios señalaron que cuando llegó la pandemia del coronavirus, el consumo fue favorable, ya que los clientes buscaban aprovisionarse de una importante cantidad de alimentos, pero ahora, las ventas -en algunos locales- han caído y en otros se mantienen. Y es que consideran que el factor determinante puede ser la crisis económica que trajo aparejada esta pandemia, con poca circulación de dinero y que hay muchos sectores -sobre todo de la economía informal- que no están pudiendo trabajar y por lo tanto no disponen de recursos para comprar.
inicia sesión o regístrate.
A las despensas de barrios de la capital jujeña se les está haciendo difícil afrontar el pago de los impuestos y de los servicios. Los propietarios de los comercios señalaron que cuando llegó la pandemia del coronavirus, el consumo fue favorable, ya que los clientes buscaban aprovisionarse de una importante cantidad de alimentos, pero ahora, las ventas -en algunos locales- han caído y en otros se mantienen. Y es que consideran que el factor determinante puede ser la crisis económica que trajo aparejada esta pandemia, con poca circulación de dinero y que hay muchos sectores -sobre todo de la economía informal- que no están pudiendo trabajar y por lo tanto no disponen de recursos para comprar.
Asimismo están aquellos negocios que, pese a la situación, aún pueden mantener los puestos laborales de los empleados. En tanto que otras de las opiniones giraron en torno a que, a diferencia de los grandes comercios, los controles son más estrictos en esos pequeños negocios.
El Tribuno de Jujuy recorrió ayer los barrios Alto Gorriti, Coronel Arias, Almirante Brown, San Pedrito, Chijra y Moreno donde, por lo menos durante la mañana, se observó que era muy poca la circulación de personas, lo que a la tarde se intensifica aún más, teniendo en cuenta que nos encontramos en fase 1 de la cuarentena.
En este contexto, los comerciantes señalaron que algunos alimentos sufrieron un leve incremento y los productos que mayormente buscan son el pan, harina, verduras, frutas y lácteos. No obstante, indicaron que los clientes compran para el momento y que reina la incertidumbre por saber qué es lo que va a pasar más adelante, sobre todo en los sectores de la economía informal, en las personas que no tienen un trabajo con relación de dependencia y viven el día a día.
En tal sentido, si se tiene en cuenta uno de los relevamientos realizados a fines de enero de este año, las despensas barriales ya venían atravesando una compleja situación que hoy por el contexto sanitario recrudeció. En aquel momento, los vendedores habían iniciado el año con caídas en las ventas por arriba del 50%, situación que se vio agravada por las altas subas en las tarifas, según apuntaron los propietarios. Otros no pudieron pagar deudas y debieron cerrar sus puertas.
Los cuidados en comercios
Mientras tanto, durante el relevamiento de ayer se pudo observar que al menos en dos despensas barriales, tienen problemas con los clientes que asisten a comprar sin barbijos y permanentemente tienen que decirles que deben concurrir con tapaboca porque de otra manera no los van a atender y en ese marco, por ejemplo, en el barrio Mariano Moreno y Chijra se vieron varios comercios con cartelitos indicando que, si no portaban el mismo, no iban a ser atendidos. También se lucían carteles recomendando a los clientes mantener el distanciamiento, hacer fila y esperar el turno de ingreso.
La opinión de comerciantes
Las despensas la estamos pasando mal, tengo el negocio ubicado sobre avenida Almirante Brown y en mi caso la venta ya no es la misma. Desde que se inició la pandemia hasta la fecha no nos vimos favorecidos con el consumo del cliente. Antes pagaba al día la luz y el alquiler, hoy tengo cinco boletas impagas acumuladas, un mes de atraso de alquiler y también los impuestos de Afip. Creo que al sector minorista tendrían que haberlo separado del horario del mayorista, porque la gente consume más allí y salvo cuando algún cliente se olvida de comprar algo recién se acerca a buscar algún producto al comercio chico.
Noté esta semana que hay mucho miedo en los clientes que deciden no salir a comprar varias veces al negocio, por la circulación comunitaria del virus. En mi despensa ubicada en avenida Vespucio del barrio San Pedrito bajó la venta de productos líquidos y en mercaderías se mantiene. En la primera semana, cuando se inició la cuarentena la gente se aprovisionó de productos, pero ahora no es así, no hay mucho consumo y quienes compran lo hacen a la mañana y durante la tarde el movimiento es bajo. Esta situación también generó que me atrase un mes con el pago de luz, dos meses de alquiler e impuestos de Afip.
En los primeros meses, en mi despensa ubicada en barrio Alto Gorriti, la demanda fue importante porque los clientes estaban como desconcertados por la situación y compraban por cantidad. Con el paso del tiempo, el movimiento se calmó y los clientes que son del barrio llevan para el día. Hay clientes que son muy cuidadosos con las medidas de bioseguridad, como también hay quienes son descuidados y no toman conciencia de lo que es la enfermedad en sí. En cuanto a los alimentos, lo que subió últimamente fue la bebida, la verdura sube y baja, el pan y harinas mantienen el precio desde el mes de marzo.
Desde que volvimos a la fase 1 por la pandemia el consumo en mi despensa ubicada en el barrio Coronel Arias mermó, ahora se observa que las personas salen durante la mañana para hacer las compras y a la tarde tratan de estar resguardados por la misma situación de que se dio a conocer que en algunos barrios hay nuevos casos de personas con el virus. De todas maneras, cumplimos con todas las medidas de bioseguridad. En cuanto a los alimentos, lo que más sale es el pan, el fiambre, las verduras y leche, entre otros. Hace un mes que estoy frente al rubro de despensa, antes tenía un local de ropa y de regalería.
Cuando llegó la pandemia se observó que los clientes “como locos” se volcaron a comprar mercadería porque no sabían cómo iba a ser la situación y la actividad por el aislamiento. Sin embargo desde hace tres semanas atrás el consumo bajó mucho y ahora los clientes llevan lo justo. Y es que también tiene que ver con la situación económica que lleva a que compren lo necesario. Mientras tanto a nosotros que nos encontramos ubicados en barrio Chijra, nos está costando afrontar los pagos de alquiler y de los sueldos de los empleados, pero gracias a Dios nosotros nunca dejamos de trabajar y por eso estamos resistiendo.