Los trabajadores esenciales que por diferentes circunstancias debemos desplazarnos de una localidad a otra para prestar servicios nos encontramos a diario con la resistencia y la falta de información de los agentes de control sobre la aplicación de las medidas de emergencia ante la pandemia.
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Los trabajadores esenciales que por diferentes circunstancias debemos desplazarnos de una localidad a otra para prestar servicios nos encontramos a diario con la resistencia y la falta de información de los agentes de control sobre la aplicación de las medidas de emergencia ante la pandemia.
Los trabajadores declarados “esenciales”, cosa que no la definen los trabajadores sino los decretos y medidas tomadas las autoridades provinciales y nacionales, enfrentamos el cuestionamiento a la validez del permiso nacional para circular. En un control un agente me indicó que los domingos son “días de cuarentena estricta y no sale nadie a las calles” y luego de explicarle que los trabajadores esenciales que contamos con todos los permisos podemos circular y que además por contar con los permisos no estamos excusados de prestar servicios, me solicitaron que acompañe el permiso nacional con una aclaración de la empresa que explique que trabajamos los domingos”.
La misma situación se repitió en otro control, en el ingreso a la capital a la altura de la casilla de información turística, una agente de Policía de la provincia tras pedir mis permisos me vuelve a hacer la misma observación. A lo que le explico nuevamente que los periodistas “trabajamos los domingos para que el diario salga el día lunes y con el permiso nacional estoy habilitada a circular". Me pide alguna otra constancia expedida por la empresa que acredite que presto servicios los domingos.
Todo este tipo de fallas en la comunicación de las medidas tomadas por el Gobierno provincial a las fuerzas de control encargadas de aplicarlas genera demoras y molestias en los trabajadores que a diario salimos a cumplir con nuestras labores declaradas tanto por la Provincia como por la Nación como esenciales, no por los trabajadores, poniendo en riesgo nuestra salud para que lo “esencial” valga la redundancia siga funcionando en esta sociedad.