Con el propósito de mantener viva y ferviente la fe popular aún en tiempo de pandemia y estricto aislamiento social, la parroquia San Pedro de Río Negro, llevó adelante a través de la virtualidad, la tradicional Feria de Santa Ana, evento que concita los más caros afectos de la comunidad, que invoca la intercesión de la madre de la Virgen María, por especiales situaciones en las que se conjugan las plegarias y la fe.
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Con el propósito de mantener viva y ferviente la fe popular aún en tiempo de pandemia y estricto aislamiento social, la parroquia San Pedro de Río Negro, llevó adelante a través de la virtualidad, la tradicional Feria de Santa Ana, evento que concita los más caros afectos de la comunidad, que invoca la intercesión de la madre de la Virgen María, por especiales situaciones en las que se conjugan las plegarias y la fe.
Bajo un cuidado protocolo aprobado por el municipio local, un grupo muy reducido de personas, se abocó a la tarea de compartir en la página de Facebook de la parroquia, esta instancia virtual en la que se rezó muy fuertemente por las familias, por los abuelos y por este tiempo tan difícil que vivimos.
"Es muy importante en estos momentos, no descuidar lo espiritual que no sólo nos va a sostener para que esta situación no nos haga bajar los brazos, sino que nos moviliza a creer, a recuperar la alegría de ser cristianos y a fortalecernos desde la esperanza", dijo el padre Daniel Baca.
En otro párrafo, indicó que esta festividad pone como protagonista a Jujuy en el concierto nacional, lo que implica un alto deber de llevar adelante esta jornada, "agradezco a las comunidades de la parroquia que desde sus hogares y desde sus talentos particulares, trabajaron arduamente para realizar estos productos artesanales y rendir tributo a esta devoción, lo que representa una ofrenda muy especial a Santa Ana y San Joaquín, los abuelos de Jesús".
Dos momentos
La singular actividad se desarrolló en dos momentos. En la mañana desde las 10 hasta las 11.30, momento en que dio inicio la santa misa. Luego se retomó la feria con el servicio de delivery, siempre bajo estrictas normas de higiene y seguridad de los servidores de la parroquia. Continuó luego desde las 16 y hasta las 18, concluyendo la jornada con la misa de 20.
La respuesta de la comunidad fue muy positiva y las familias pudieron adquirir los recuerdos de esta festividad en un marco de plegarias, intenciones, la bendición especial de las ofrendas y a los abuelos, además de un ameno repertorio musical a cargo del Ministerio Virgen del Valle, que amenizó la Feria Virtual. También se solicitó a las familias que acompañen desde sus hogares con algunos signos que motiven a todos los miembros del hogar, entre ellos, encender una velita para compartir la jornada, colocar las fotos de los abuelos fallecidos y solicitar la bendición de los abuelos por parte de todos los miembros de cada familia, como sello emotivo de agradecimiento por el don de sus vidas.
Entre los productos ofrendados, no faltaron los dedicados a las peticiones por la salud, los estudios, la vivienda propia, el pan de cada día, el trabajo, los medios de movilidad, la familia, entre otros que hacen a esta tan singular tradición en nuestra provincia.