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"A los seis meses ya estaba negativa mi prueba"

Le diagnosticaron hepatitis C en 2016, y hoy lleva tres años libre de la enfermedad. Una consulta le cambió la vida.
Miércoles, 29 de julio de 2020 01:04

Cuando Ernestina Toconás fue diagnosticada de hepatitis C le dijeron que era incurable y hasta le dieron el tiempo estimado de vida. Su mundo se vino abajo y se deprimió al no encontrar esperanzas. Una recomendación la llevó el año siguiente a consultar a una médica que venía de Buenos Aires, y el tratamiento y la cordialidad de su trato le devolvieron el ánimo. Hoy lleva tres años desde que se curó y se siente agradecida.

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Cuando Ernestina Toconás fue diagnosticada de hepatitis C le dijeron que era incurable y hasta le dieron el tiempo estimado de vida. Su mundo se vino abajo y se deprimió al no encontrar esperanzas. Una recomendación la llevó el año siguiente a consultar a una médica que venía de Buenos Aires, y el tratamiento y la cordialidad de su trato le devolvieron el ánimo. Hoy lleva tres años desde que se curó y se siente agradecida.

La noticia menos esperada llegó para Ernestina Toconás luego de que la operaran de la vesícula debido a que se sucedían las molestias y no llegaba una mejoría. Fue luego de varias consultas que su médico de cabecera Fernando de los Ríos le pidió un estudio de marcador hepático. "Me dio positivo para hepatitis C, era todo muy triste porque en esa época no había ningún tipo de curación, era todo muy lejano", relató rememorando ese mal momento

Y aunque no se dio por vencida consultó a otro profesional, infectólogo quien terminó corroborándole el diagnóstico. "Me dijo que no había nada para hacer, ni medicamentos, nada y que yo podía vivir bien por lo menos unos diez años, con dieta estricta, privaciones de comidas, bebidas", recordó.

Sin embargo, una noche en que no podía conciliar el sueño vio en televisión que había surgido una cura para la hepatitis C, pero consultó y le dijeron que era aún lejana la llegada de los medicamentos al país dejando entrever que era imposible. "Me quedé callada con mi tristeza", recordó sobre ese nuevo desaliento que luego se transformó en depresión ya que se quedó sola al tiempo, debido a que su hija se casó y se mudó al sur.

Pero fue por su hija Sara, quien a través del comentario de una amiga le trajo un halo de esperanza, el dato certero para consultar a una médica que venía mensualmente a la capital jujeña, por lo que pidió el turno. Si bien se frustró el primer intento por un paro de la obra social donde debía atender, logró la consulta cuando la médica se mudó a Jujuy y fue la clave de su suerte.

"Fui a la doctora, estoy eternamente agradecida porque más allá de ser buena médica es excelente, lo que necesita un paciente cuando está triste, porque es triste saber que no hay cura. A los seis meses ya estaba negativa mi prueba. Estoy agradecida porque me salvó la vida", afirmó Ernestina Toconás. "Ella me curó y hoy tengo otra calidad de vida", agregó.

Se refería a la titular de la Fundación "Sayani", la hepatóloga Patricia Gallardo. Recuerda que la integró a la Fundación y le gestionó los medicamentos para su tratamiento al Pami, porque para entonces se había jubilado y dejado atrás su trabajo en un laboratorio local. Ahora expresa su satisfacción porque la médica está en Buenos Aires, en el Instituto Nacional del Cáncer y aunque extraña su calidez le desea lo mejor.

Explicó que por su edad, 72 años, tiene otros problemas pero lo importante es que superó la hepatitis C. De hecho, se siguió controlando con ecodopler, análisis y medicamentos, por lo que la carga viral se manda a Buenos Aires. Tiene su próximo control en agosto, que prevé hacerse por derivación de la médica de cabecera y en forma remota.

Con el tratamiento hay un 95% de chances de poder curarse 
Hasta hace algunos años la hepatitis C no tenía cura, y actualmente “el tratamiento es a través de fármacos que se toman vía oral durante dos o tres meses con más de un 95% de chances de curarse, con muy pocos efectos adversos”, precisó el médico hepatólogo Fernando Cruz, de la Fundación “Sayani” desde Buenos Aires. 
La hepatitis C no da síntomas y se la detecta haciendo un estudio específico que es lo que se trata de promover con el Día de la Hepatitis recordado el 28 de este mes, “para que la gente tome conciencia de que son enfermedades asintomáticas, y si el paciente no le pide al médico que le haga el test específico no se va a enterar si la tiene o no”, explicó. 
Sostuvo que el testeo se puede requerir desde los 18 años, pero antes si tuvo conducta riesgosa que supone drogadicción endovenosa o inhalatoria, promiscuidad sexual, transfusiones de sangre, tatuajes, aros o si tuvieron algún tratamiento odontológico invasivo. De hecho, recomendó que toda persona debería hacerse el test al menos una vez en la vida, ya que supone sólo la extracción de sangre.
Planteó que es asintomática pero a veces cuando hay síntomas de enfermedad hepática avanzada, como cirrosis hepática o manifestaciones extrahepáticas, problemas particulares dermatológicos o renales a consecuencia de la patología.

Campaña
En nuestro país habría más de 300 mil personas con hepatitis C, pero la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado (Aaeeh) sostiene que el 70 % lo desconoce. Aprovechando que este 28 de julio se conmemoró el Día Mundial de las Hepatitis Virales, la Asociación “Buena Vida” se suma a la campaña internacional para “encontrar a los millones que faltan”, en relación con ese nivel de subdiagnóstico de esta enfermedad silenciosa, tan grave como desatendida inclusive por muchos pacientes que ya saben que la tienen.
Plantean la paradoja de que miles de personas recibieron el diagnóstico, generalmente en forma casual -por ejemplo, al donar sangre- pero no hacen nada al respecto. “No le dan importancia porque el hígado no duele, por miedo a enfrentar esa realidad, por no saber a dónde acudir o porque creen que no tiene remedio. Todo lo contrario, es muy fácil curarse y evitar todas las complicaciones severas que puede generar”, reveló Rubén Cantelmi, paciente curado y presidente de la Asociación “Buena Vida”.
Una muestra de las dificultades que plantea esta enfermedad son las cifras desoladoras que presentó el Programa Nacional de Hepatitis Virales del Ministerio de Salud de la Nación, solamente el 4,5% de los pacientes recorre el sistema de salud hasta que llega a curarse; el resto se queda en el camino. El contacto con “Buena Vida” es a través de redes sociales o en la línea gratuita 0800 220-0288.
 

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