Ayer y por segunda vez en un mes, delincuentes ingresaron a robar al JIN 32 de barrio La Merced en la ciudad de San Pedro de Jujuy, llevándose una computadora y tablets, entre otros elementos didácticos y tecnológicos.
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Ayer y por segunda vez en un mes, delincuentes ingresaron a robar al JIN 32 de barrio La Merced en la ciudad de San Pedro de Jujuy, llevándose una computadora y tablets, entre otros elementos didácticos y tecnológicos.
El hecho fue alertado por los vecinos, pasado el mediodía, quienes avisaron al personal de la escuela que sujetos aparentemente habrían ingresado al edificio.
Al llegar al lugar, la directora y otro empleado se encontraron con un panorama desolador. Al parecer, según los datos recabados por nuestro medio, los delincuentes ingresaron por una pequeña ventana de un baño. De allí accedieron a la dirección donde luego de dar vueltas todas las cosas, se llevaron una computadora de escritorio nueva y sin uso, 15 tablets, dos equipos de música, entre otros elementos tecnológicos. Amparados en la oscuridad de la noche y al no haber vigilancia en el sector los malvivientes actuaron con total impunidad. Recorrieron todas las instalaciones, el SUM y la cocina, de donde se llevaron las últimas cosas que quedaban.
Con gran impotencia y desazón la secretaria de la institución recordaba que este es el segundo robo en menos de un mes. El anterior fue el día 24 de junio. En esta oportunidad se llevaron elementos de cocina, mercadería y otras cosas que se utilizaban para la realización de la merienda de los chicos.
La directora efectuó la denuncia en la sede policial del barrio La Merced y los efectivos recorrieron todo el lugar para llevar adelante las pericias.
Lo más triste de esta situación, de los dos robos en menos de 30 días y de todas las cosas materiales que se perdieron, indicaron que los más perjudicados son los propios niños del barrio que asisten a esta institución.
Si bien el JIN 31 tiene un edificio nuevo, de no más de 2 años, siempre se hizo hincapié en la falta de seguridad que tenía la estructura. Alambre tejido como cerco perimetral, ventanales grandes y sin rejas, materiales frágiles como el aluminio y el vidrio, y la falta de iluminación en toda la periferia. Una combinación de factores, sumado a la cuarentena y la falta de actividad institucional, que vuelven a esta y otras escuelas blancos fáciles para los delincuentes.
Ya está todo en manos de la policía y la Justicia. Los hechos han ocurrido y el reclamo por mayor seguridad sigue estando presente en barrio La Merced.
En este sector, según los propios vecinos, no se patrulla y muchas calles como la que da al frente del jardín son desoladas y con poca iluminación.