sociales, se realizó en esta ciudad, el Noveno Festival de la Pachamama, organizado por la parroquia San Pedro de Río Negro y la fraternidad cultural Tinkus Huajcha. Cabe acotar que debido a la situación de pandemia y de la cuarentena establecida, la presente edición se concretó de manera virtual. Esta celebración, que llega en la noche del último día de julio, y que responde a la religiosidad popular tan arraigada en el norte argentino, forma parte de las actividades programadas por la parroquia, con la participación y acompañamiento del párroco Daniel Alberto Baca.
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sociales, se realizó en esta ciudad, el Noveno Festival de la Pachamama, organizado por la parroquia San Pedro de Río Negro y la fraternidad cultural Tinkus Huajcha. Cabe acotar que debido a la situación de pandemia y de la cuarentena establecida, la presente edición se concretó de manera virtual. Esta celebración, que llega en la noche del último día de julio, y que responde a la religiosidad popular tan arraigada en el norte argentino, forma parte de las actividades programadas por la parroquia, con la participación y acompañamiento del párroco Daniel Alberto Baca.
“Desde hace nueve años, la parroquia, junto a la confraternidad Tinkus Huajchas, organiza el Festival de la Pachamama, que consiste en la celebración de la misa, con la bendición de sahumerios, el agua y posteriormente un acto cultural folclórico, con la presentación de cuerpos de danzas en tinkus y sayas”, dijo el padre Daniel, tras apuntar que a medida que se acercaba la fecha, no pensaron en suspender el festival, considerando que se trata de una tradición interior presente en la vida de las personas.
Explicó que, teniendo el cuidado necesario para preservar la salud, el distanciamiento social, el permanecer en el hogar y con la posibilidad de la comunicación, la ceremonia fue emitida a través de las redes sociales y de los canales locales que estuvieron a la altura de la circunstancia, reconociendo la tradición de un pueblo.
En otro tramo, el sacerdote, comentó que se recogieron testimonios de familias que en sus hogares prepararon un altar y pidieron la bendición del agua y de los sahumerios, “el agua representa la vida, el santo bautismo y el sahumerio la tradición de nuestro pueblo, que se prepara para vivir no sólo el primer día, sino todo el mes, esta celebración de la vida. Celebrar a Dios creador que nos ha dado la vida, y que, a través del fruto de la tierra, sigue dando la vida”.
“Vamos a vivir una celebración de agradecimiento a Dios, a la obra de Dios que es la tierra y todo lo que en ella nos da, y a su vez, vamos a pedirle más bendiciones. Hoy más que nunca, la súplica de todo el pueblo es que pase esta situación, pedimos por el don de la vida, por la recuperación de los enfermos. Vamos a pedirle por el trabajo, por las tantas familias necesitadas que han perdido la fuente de trabajo”, prosiguió el padre.
Acotó que la pandemia ha agudizado la crisis económica en nuestro país, y en este mes el pueblo unido en oración pide la bendición de Dios, pide por los frutos de la tierra, por el trabajo del hombre. “Hoy pedimos fortaleza salir de esta situación. Creo que más allá de un festejo, agosto será un mes marcado por la esperanza, y en cada celebración de la Pachamama. Estará el ferviente pedido para que esta esta situación pase y nos encuentre con vida, con salud, con esperanza y fortalecidos. Toda crisis, todo momento de dificultad, nos lleva a buscar nuevos caminos, nuevas soluciones, nos lleva a unirnos a otras personas para salir adelante”, finalizó, no sin antes augurar un feliz día de la Pachamama, sinónimo de la tradición y de la cultura de nuestro pueblo.