Las experiencias de vida muchas veces están atravesadas por la enfermedad. Sobrellevar un diagnóstico de artritis llevó a Irene de Tejerina a buscar información y en 1994 llegó a un encuentro médico sobre el tema, se vinculó y llegó al Grupo de Ayuda Mutua de Artríticos Reumatoideos (Amar). Lleva 27 años en la entidad y por 16 la encabezó. La enfermedad se agudizó y debió dejar la presidencia hace dos años, pero no deja de acompañar al grupo.
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Las experiencias de vida muchas veces están atravesadas por la enfermedad. Sobrellevar un diagnóstico de artritis llevó a Irene de Tejerina a buscar información y en 1994 llegó a un encuentro médico sobre el tema, se vinculó y llegó al Grupo de Ayuda Mutua de Artríticos Reumatoideos (Amar). Lleva 27 años en la entidad y por 16 la encabezó. La enfermedad se agudizó y debió dejar la presidencia hace dos años, pero no deja de acompañar al grupo.
Cuando se trata de patologías crónicas la necesidad de estar bien y sobrellevarlas ocupa la vida de las personas. Fue el caso de Irene de Tejerina que en 1994 ya era jubilada, y se enteró de un congreso con médicos de Buenos Aires sobre artrosis, se acercó y allí conoció a la primera presidenta del Grupo Amar, Grisel de Marcalain, y al médico David Carrillo, su promotor.
Era el segundo grupo del país que se organizó para contener a pacientes de esa enfermedad, e Irene se adhirió al grupo y dejó el grupo de Adep, donde venía trabajando con los jubilados para abocarse a sus pares que tenían en común enfermedades de artrosis. Al segundo año de unirse la eligieron presidenta en el 2002 y lleva 27 años en el grupo, 16 de los cuáles estuvo al frente y hace dos años que se le agudizó su enfermedad y tuvo que dejar al frente a Isabel Flores.
Debido a que las recomendaciones principales para prevenir el desarrollo de la enfermedad es tener una alimentación sana y equilibrada, realizar ejercicio físico moderado y evitar la obesidad, el grupo comenzó con un taller de gimnasia y con el tiempo Tejerina gestionó el apoyo del Pami. Luego de un par de años de insistir lo logró en 2008 y desde entonces fueron creando espacios y organizando eventos.
Funcionaban en el hospital "San Roque", pero con la llegada de la gripe A tuvieron que salir del espacio al tratarse de un grupo de riesgo. Tras gestionar con el padre René Ruiz de la Catedral y con el apoyo del entonces obispo Marcelo Palentini, le cedieron el patio y un salón grande del edificio de la Catedral Basílica desde 2009 donde siguieron reuniéndose hasta marzo de este año. Tenían gimnasia, folclore, yoga, pintura y memoria llegando a tener 100 integrantes. También crearon la Revista Anual "Creer" desde 2005 hasta 2019.
"Tratábamos de tener solamente las personas artríticas porque Amar significa Ayuda mutua artrítico reumatoideo. Nos dimos cuenta de que hay muchas personas con artrosis que es una grave y la puede dejar invalidada, y empezamos a recibirlos", recordó. Conscientes de la necesidad de comunicación, comenzaron a organizar cumpleaños dos veces al año, y luego aumentaron la frecuencia además del Día de la Madre. "Hubo una vez un niño, y hace poco lo encontré en Rentas, y dijo que le habíamos dado una acogida muy grande que no olvidó", dijo . "Le di mi amor y esfuerzo al grupo", mencionó destacando su satisfacción.
"En el 94 estaba diagnosticada y desgraciadamente a veces no elegimos bien al profesional, un clínico me mandó a otro", recordó y después de muchos años, encontró una médica y la comenzó a medicar.
"Hacía gimnasia, folclore y el grupo siempre tiene actividades, trámites por hacer, me levantaba temprano, iba a misa. Capaz que no me cuide pero era activa, y la alimentación pero la enfermedad se me agudizó y el año pasado en agosto empecé con problemas graves, no podía caminar, dormía y me despertaba el dolor", relató. Pese a que consultó también en Córdoba el tratamiento que seguía era el adecuado y el mejor. No obstante sus dolencias se quedaron y eso hizo que dejara la presidencia el 2018, aunque antes había dejado y tuvo que retomar. Hoy vive la cuarentena cuidándose y en la compañía de su familia, ayuda a su nieto con los deberes haciendo usos de sus conocimientos de docente jubilada.
La artritis reumatoide es crónica
La artritis reumatoide es un trastorno inflamatorio crónico que puede afectar más que solo las articulaciones. En algunas personas, el trastorno puede dañar distintos sistemas corporales, incluida la piel, los ojos, los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos. La artritis reumatoide es un trastorno autoinmunitario que ocurre cuando el sistema inmunitario ataca por error los tejidos del cuerpo.
A diferencia del daño por desgaste de la osteoartritis, la artritis reumatoide afecta el revestimiento de las articulaciones y causa una hinchazón dolorosa que puede finalmente causar la erosión ósea y la deformidad de las articulaciones. La inflamación asociada a la artritis reumatoide es lo que también puede dañar otras partes del cuerpo. Si bien los medicamentos nuevos han mejorado las opciones de tratamiento en gran medida, la artritis reumatoide grave aún puede causar discapacidades físicas.