¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

17°
20 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Agosto

Martes, 18 de agosto de 2020 01:01

El lector jujeño sabe que el mes de agosto es un mes especial para las culturas prehispánicas. Qué vecino no ha tomado parte en los últimos diez años, donde la celebración pasó a hacerse popular, pero a modo de exótica y misteriosa. Quizás los pueblos originarios, que vienen honrando a la Pachamama desde los inicios de su cultura, se molesten al ver cómo gente que no conoce de las tradiciones indígenas, pues son descendientes de otros grupos étnicos, interpretan de una forma diferente el mensaje espiritual y agrario de esta diosa. Muchas culturas han honrado a las diosas, no sólo las culturas prehispánicas: Venus, Erda, Ceres, Astarté.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El lector jujeño sabe que el mes de agosto es un mes especial para las culturas prehispánicas. Qué vecino no ha tomado parte en los últimos diez años, donde la celebración pasó a hacerse popular, pero a modo de exótica y misteriosa. Quizás los pueblos originarios, que vienen honrando a la Pachamama desde los inicios de su cultura, se molesten al ver cómo gente que no conoce de las tradiciones indígenas, pues son descendientes de otros grupos étnicos, interpretan de una forma diferente el mensaje espiritual y agrario de esta diosa. Muchas culturas han honrado a las diosas, no sólo las culturas prehispánicas: Venus, Erda, Ceres, Astarté.

La fertilidad, la tierra, la abundancia y también el amor son representadas por mujeres. Pero es de destacar que con la llegada de la religión cristiana a muchos lugares de la Tierra, con los conquistadores de las diferentes culturas que se hicieron a la mar para expandir sus territorios, las religiones politeístas quedaron enterradas. En el caso de América Latina, la religión católica tenía un componente que las ramas cristianas reformistas no tenían y era el culto a la Virgen María.

Esta representación, tan marcada en las iglesias barrocas de España e Italia con sus estatuas, pinturas y música, fueron el marco propicio para fusionar entre la nueva religión, la del invasor y la de los invadidos, que a pesar de que sabían que María no era una diosa, pues su culto no era tan diferente de lo de una auténtica diosa. Muchos himnos, “Salve Regina”, “Regina coeli”, se habían compuesto y muchísimos más con el paso del tiempo, que el culto popular en América Latina y la Europa católica la habían elevado a un rol divino de casi igual rango que Pachamama. Ella tenía un hijo, que era fruto de su vientre, al igual que los frutos que Pachamama daba a la humanidad.

También una coincidencia importante era que la fiesta principal de María, la fiesta Asunción, tenía lugar en agosto, precisamente el mes en el que las culturas originarias honraban a la diosa agraria Pachamama para darle gracias y pedirle por el futuro. La fiesta de la Asunción de María era y sigue siendo en España una fiesta crucial, de grandes celebraciones. El lector seguidor de esta columna recordará que en 2017 escribí una columna sobre “El Misterio de Elche”, al que fui invitado como corresponsal cultural de El Tribuno de Jujuy.

El “misterio”, como se lo conoce, es una celebración musical que tiene lugar en la catedral de la ciudad de Elche, muy cerca de Alicante, en la cuenca del Mediterráneo español. Allí se recuerda el misterio de la Asunción de la Virgen María, que es representada por un joven vestido de mujer (foto). Recordemos que durante mucho tiempo les estaba prohibido a las mujeres cantar en las iglesias, por lo que se empleaban coros de niños varones, o más adelante, se castraban en Roma a los jóvenes de voces prometedoras para conservar la belleza de una voz blanca, destruyendo su vida para siempre.

Precisamente las voces de los castrados cantaban las grandes obras religiosas en el Vaticano. Pero volviendo a Elche y el Misterio, es una celebración musical muy conmovedora y hasta acrobática. Se la canta en latín y en valenciano, que es un dialecto del catalán, lengua que se habla en la costa oriental mediterránea de España. Luego de la celebración, a la que gentilmente fui invitado y a la que no se da acceso a cualquiera, hay una explosión de fuegos artificiales y cohetillos, como en las fiestas de la Virgen de Urkupiña, que tiene lugar en agosto en Bolivia pero también en el norte de Argentina.

Y es aquí, en Elche, el día 15 de agosto, donde uno se da cuenta que cerrando los ojos, aspirando el sahumerio y escuchando los fuegos de artificio, podemos estar en cualquiera de los dos lugares, Cochabamba o Elche, sin poder distinguir cuál es cuál, más por el rico olor a ají picante, pero que también lo encontramos en España. Amigo lector, ¿has visto los videos del “Misterio de Elche”?

Temas de la nota