El Colegio de Psicólogos y la Fundación "Hablemos de autismo" rechazaron los dichos de un profesional que se refirió al uso de dióxido de cloro en personas con autismo.
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El Colegio de Psicólogos y la Fundación "Hablemos de autismo" rechazaron los dichos de un profesional que se refirió al uso de dióxido de cloro en personas con autismo.
El dióxido de cloro no está autorizado por la Anmat para su consumo, es más, se recomienda no consumirlo.
Tantos días de aislamiento bajo la constante amenaza de un posible contagio de un virus que se ha llevado la vida de miles de personas en el mundo, nos sume a todos en momentos de mucha ansiedad y desesperación que dan lugar a la confusión. Lo triste es que en este estado de confusión se emitan opiniones que pueden ser nocivas para la comunidad. Este es el caso de un psicólogo que invitado a un programa local se refirió al uso de dióxido de cloro en personas con autismo. Esto hizo estallar las críticas de padres de niños con autismo y desencadenó en un fuerte repudio por parte de la Fundación "Hablemos de autismo" Jujuy.
Justamente la titular de la fundación "Hablemos de autismo" Jujuy, Viviana Maza, indicó que decir que el dióxido de cloro es un "producto que ha sido usado y clínicamente aprobado para el autismo" son "expresiones vertidas por el profesional con una total liviandad e irresponsabilidad, faltando el respeto a tantas familias y padres de personas con autismo, que desesperadas por la condición de los mismos, pueden tomar las expresiones como una recomendación para su posterior uso". Agregó que son "expresiones totalmente peligrosas, ya que en Argentina no está aprobado el uso del dióxido de cloro como medicamento, más aún la Anmat recomienda no consumir el dióxido de cloro".
De forma categórica la fundación jujeña señaló que "repudia las expresiones y recomendaciones del profesional".
Los psicólogos
El Colegio de Psicólogos de Jujuy emitió una advertencia indicando que no están autorizados a sugerir ningún tipo de medicación.
"Desde el Colegio de Psicólogos de Jujuy queremos expresar nuestra posición ante la difusión de una serie de recomendaciones sobre el uso de dióxido de cloro por parte de un psicólogo en un reconocido programa de la televisión local. Hay que destacar que la norma legal que rige nuestra profesión (Ley 4.124) establece en su artículo 21º que sin perjuicio de lo determinado en otras disposiciones, a los profesionales que ejerzan la Psicología les está prohibido: prescribir, administrar o aplicar medicamentos, electricidad o cualquier medio químico destinados al tratamiento de las enfermedades de las personas. Por tanto informamos a la comunidad que no incumbe a la Psicología realizar esta recomendación".
En diálogo con El Tribuno de Jujuy la titular del Colegio de Psicólogos, Cecilia Agüero, indicó que "la ley es muy clara, dice que ningún psicólogo puede prescribir o recomendar ningún medicamento porque eso no es incumbencia de la Psicología. No podemos hacer algo que no nos compete".
Dijo que recomendar un producto que no cuenta con el aval científico es un riesgo para la comunidad. "Pedimos a la comunidad que no se automedique", finalizó.
El autismo no es una enfermedad, es una condición
Los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA) son un grupo de trastornos de origen neurobiológico que afectan a todo el desarrollo de la persona, produciendo unos cambios cualitativos y cuantitativos en su proceso cognitivo, alterando su manera de estar y de relacionarse con su entorno. Para definir estas condiciones se habla de espectro porque comprende a un grupo de trastornos y de manifestaciones clínicas que, aunque comparten un núcleo común, muestran una gran variabilidad de conductas y expresiones. En los últimos tiempos, este grupo de trastornos ha experimentando un incremento alarmante. Actualmente, las personas con TEA son uno de los grupos de discapacidad más frecuentes, afectando a 1 de cada 110 nacidos.
Estos trastornos aparecen a lo largo de la primera infancia (18-30 meses), siendo muy importante su diagnóstico precoz para intervenir eficazmente y mejorar su pronóstico. La mayoría de las personas con TEA tienen necesidades importantes de apoyo a lo largo de toda su vida para desenvolverse en su entorno. En todos estos trastornos están alteradas habilidades relacionadas con la comunicación, la interacción social y la flexibilidad cognitiva y conductual. Las personas con TEA mejoran significativamente con una intervención adecuada, adquiriendo aprendizajes que posibilitan su adaptación personal y social. El tratamiento más eficaz es el educativo. Bajo una intervención multidisciplinar, los programas educativos deben ajustarse individualmente a la persona, procurando su máximo bienestar emocional y su mayor calidad de vida.