Tiempos difíciles se viven en este año 2020, tiempos en los que, ante el dolor y la desesperación, pareciera haberse perdido la esperanza, tiempos de lágrimas, de desconciertos, de caminar sin rumbo buscando una salida, pero en muchos corazones, la fe se mantiene intacta, y es la que ayuda a mantenerse en pie, poniendo todo para afrontar esta pandemia que afecta a la humanidad toda. Y es precisamente esa fe la que se traduce en celebraciones íntimas para honrar a cada santo patrono, en el que un día se depositó la esperanza pidiéndole que sea intercesor ante Dios. Esta es la experiencia vivida por una paciente trasplantada María "Lita" Barba, que, desde hace 17 años, honra a San Roque, cuya festividad se celebró recientemente en la intimidad y junto a familiares. Cumpliendo con las normas de bioseguridad, se vivió esa religiosidad popular en el seno de su hogar en barrio San Francisco.
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Tiempos difíciles se viven en este año 2020, tiempos en los que, ante el dolor y la desesperación, pareciera haberse perdido la esperanza, tiempos de lágrimas, de desconciertos, de caminar sin rumbo buscando una salida, pero en muchos corazones, la fe se mantiene intacta, y es la que ayuda a mantenerse en pie, poniendo todo para afrontar esta pandemia que afecta a la humanidad toda. Y es precisamente esa fe la que se traduce en celebraciones íntimas para honrar a cada santo patrono, en el que un día se depositó la esperanza pidiéndole que sea intercesor ante Dios. Esta es la experiencia vivida por una paciente trasplantada María "Lita" Barba, que, desde hace 17 años, honra a San Roque, cuya festividad se celebró recientemente en la intimidad y junto a familiares. Cumpliendo con las normas de bioseguridad, se vivió esa religiosidad popular en el seno de su hogar en barrio San Francisco.
"Conocí la veneración de San Roque cuando estuve internada en un sanatorio de la ciudad de San Miguel de Tucumán. Llegué ahí para operarme y estuve muy grave. Los cirujanos y enfermeras, devotos de San Roque, me hablaron sobre él. Yo estaba muy grave y ellos hicieron oración a San Roque pidiendo por mi salud y al otro día amanecí mejor. Al pasar los días me recuperé muy bien. Desde entonces me promesé a San Roque y cuando regresé a San Pedro de Jujuy participé de las honras en Arrayanal, donde se hace la fiesta patronal y también en la capilla de barrio Las Maderas", comentó "Lita" Barba. Apuntó que el escultor sampedreño Ismael Zamora fue quien hizo la imagen del santo que la acompaña y honra cada 16 de agosto. "Peregrinamos con San Roque desde hace 17 años, recorrimos gran parte de Perico, Los Lapachos y en San Pedro de Jujuy visitamos varios barrios. Este año por la situación que estamos pasando no pudimos hacer lo de años anteriores. Salimos con un pequeño grupo de devotos y lo llevamos a la capilla de Fátima para la misa virtual en su honor. Rogamos hoy por los enfermos, muy especialmente por los afectados por el virus, también por los jóvenes que transitan por la drogadicción y por nuestros perritos. Hemos pedido una bendición especial por nuestros niños para que los proteja de esta pandemia. Dios quiera que el próximo año le hagamos una gran celebración con todos los devotos", expresó con cifradas esperanzas.
Por su parte, Santiago Aramayo, un joven que junto a los amigos que integran la banda acompañó la pequeña procesión, señaló que se unió este año a los devotos en el rezo de la novena y en la procesión por el barrio.