Los jugadores de Barcelona, que tiene al rosarino Lionel Messi como máxima figura, se entrenaron ayer con vistas al partido del próximo sábado frente a Napoli por la Liga de Campeones, pero antes de ponerse a las órdenes del técnico Quique Setién, se sometieron a un nuevo test PCR por parte de la Uefa para confirmar que no están contagiados de coronavirus.
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Los jugadores de Barcelona, que tiene al rosarino Lionel Messi como máxima figura, se entrenaron ayer con vistas al partido del próximo sábado frente a Napoli por la Liga de Campeones, pero antes de ponerse a las órdenes del técnico Quique Setién, se sometieron a un nuevo test PCR por parte de la Uefa para confirmar que no están contagiados de coronavirus.
Los jugadores regresaron a las prácticas para comenzar con la preparación para el partido frente al elenco de Italia que será el próximo sábado en el "Camp Nou" por la vuelta de los octavos de la citada competencia europea.
Tras efectuarse los test, los futbolistas se entrenaron comandados por Setién y la otra novedad fueron las presencias de los franceses Antoine Griezmann y Ousmane Dembélé, quienes estuvieron a la par del grupo.
Los dos delanteros galos, que habían trabajado al margen de sus compañeros durante toda la semana, ya son parte del plantel y llegarán en condiciones para disputar algunos minutos ante Napoli.
Precisamente el presidente del club italiano, Aurelio de Laurentiis, le apuntó a la Uefa al considerar que el organismo europeo "es vergonzoso" a la vez que consideró que el partido ante Barcelona debería jugarse en Portugal, Alemania o Suiza y no en el "Camp Nou".
"Llamo a la Uefa todo el rato, pero es vergonzoso. Escuchamos desde España grandes miedos y ellos pasan del tema. ¿Qué se tardaría en decir que jugamos en Portugal, Alemania o en Suiza?", manifestó el máximo dirigente de Napoli, sin ocultar su fastidio por la decisión de jugar a pesar del rebrote de coronavirus que se registra en España por estas horas