9,5 fue el promedio que obtuvo del proyecto integrador final que defendió el jujeño Pablo Joaquín Chocobar Cruz, antes de convertirse en ingeniero nuclear del prestigioso Instituto Balseiro de Bariloche. Con tan solo 23 años de edad, este talentoso estudiante finalmente el 15 de julio defendió su tesis a través de la modalidad virtual, oportunidad en que su familia también pudo acompañarlo en esta importante etapa. Y es que lograr ese nivel de formación requiere un gran esfuerzo y compromiso, cualidades que el jujeño demostró durante los cinco años de carrera, dos estudiando el ciclo básico en una universidad afín y tres en el instituto. "Creo que todavía no caigo en la importancia que debería darle a este logro, ahora que empecé a trabajar no tuve tiempo de asimilarlo, es algo increíble", expresó emocionado el flamante ingeniero en una entrevista exclusiva con El Tribuno de Jujuy.
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9,5 fue el promedio que obtuvo del proyecto integrador final que defendió el jujeño Pablo Joaquín Chocobar Cruz, antes de convertirse en ingeniero nuclear del prestigioso Instituto Balseiro de Bariloche. Con tan solo 23 años de edad, este talentoso estudiante finalmente el 15 de julio defendió su tesis a través de la modalidad virtual, oportunidad en que su familia también pudo acompañarlo en esta importante etapa. Y es que lograr ese nivel de formación requiere un gran esfuerzo y compromiso, cualidades que el jujeño demostró durante los cinco años de carrera, dos estudiando el ciclo básico en una universidad afín y tres en el instituto. "Creo que todavía no caigo en la importancia que debería darle a este logro, ahora que empecé a trabajar no tuve tiempo de asimilarlo, es algo increíble", expresó emocionado el flamante ingeniero en una entrevista exclusiva con El Tribuno de Jujuy.
Se crio en el barrio San Martín de la capital jujeña, en el año 2014 finalizó sus estudios secundarios en el Colegio El Salvador. En 2015 arribó a la provincia de Córdoba, donde comenzó a estudiar Ingeniería Química. "Lo que me motivó elegir esta profesión es que siempre me gustó la física, la química y la matemática, y una vez que fui avanzando en la carrera me di cuenta de que me gustaba todo lo que tiene que ver con la Ingeniería", sostuvo Chocobar.
Recordó que fue en la etapa de secundaria cuando ya tuvo en claro que quería estudiar alguna rama de la ingeniería. "Cuando descubrí el instituto me pareció que era un lugar muy lindo y además estar becado era una muy buena posibilidad para estudiar", dijo.
Sostuvo que, pese a que se trata de una carrera difícil y rigurosa de estudiar, siempre puso todas las ganas porque era lo que le apasionaba y gustaba. "En ese sentido creo que nunca tuve desánimo, porque siempre me gustó lo que hacía", expresó Chocobar.
Parte de un proyecto nacional
Hace dos semanas empezó a trabajar en el Centro Atómico Bariloche en el Departamento de Física de Reactores. Forma parte del Proyecto Reactor multipropósito RA-10, que lleva adelante la Comisión Nacional de Energía Atómica (Cnea) desde el año 2010. Se trata de uno de los objetivos trazados por el país en materia nuclear y comprende el diseño, construcción y puesta en marcha del mismo. Cuando esté en funcionamiento tendrá la capacidad de abastecer -junto a su reactor gemelo que se construirá en Brasil- la totalidad de Molibdeno-99 requerido en Sudamérica. En este gran trabajo, sostuvo el jujeño, tiene pensado desempeñarse por lo menos un año y cuando se normalice la situación por la pandemia del coronavirus ver en qué proyectos se encaminará nuevamente.
Una tesis especial
Muy diferente a lo que se imaginaba fue la defensa de tesis del jujeño Chocobar. "Mi familia estuvo viendo mi defensa de tesis, fue muy distinto estar solo frente a la computadora y viendo a muchas personas al otro lado de la pantalla. La defensa del proyecto final era una materia que combinaba todo lo que había aprendido en la carrera", cerró.
18 nuevos profesionales
El Instituto Balseiro (IB), que depende de la Comisión Nacional de Energía Atómica (Cnea) y la Universidad Nacional de Cuyo (Uncuyo), tiene ahora 16 ocho nuevos egresados de Ingeniería Mecánica y de Ingeniería Nuclear. En esta última carrera egresó el jujeño Pablo Chocobar Cruz. En el grupo de Ingeniería Nuclear, el rango de edades varía de 23 a 31 años y los estudiantes provienen de 7 provincias y 8 ciudades: Jujuy (Humahuaca y San Salvador de Jujuy), Buenos Aires (Tandil), Chubut (Comodoro Rivadavia), Córdoba (ciudad de Córdoba), Mendoza (Godoy Cruz), Misiones (Posadas) y Tucumán (San Miguel). En esta ocasión, no se pudo hacer un acto de colación como es tradición, el cual se reprogramó a futuro para cuando el contexto lo permita.
Profesionales de alto nivel
Cabe mencionar que el IB es una institución de enseñanza universitaria pública y gratuita que tiene como objetivo formar profesionales de alto nivel. Los ingresantes reciben becas completas otorgadas por la Cnea, que garantizan una dedicación exclusiva al estudio, en el entorno de investigación científica y desarrollo tecnológico del Centro Atómico Bariloche (CAB).