Preocupados por esta situación de incertidumbre que nos ha tocado vivir, no podemos dejar de destacar que agosto es un mes cargado de significado histórico para el pueblo jujeño y también nos recuerda uno de los más antiguos intentos fundacionales ocurridos en esta región.
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Preocupados por esta situación de incertidumbre que nos ha tocado vivir, no podemos dejar de destacar que agosto es un mes cargado de significado histórico para el pueblo jujeño y también nos recuerda uno de los más antiguos intentos fundacionales ocurridos en esta región.
Nos remontamos al siglo XVI donde se escribían con sangre las primeras páginas de este nuevo continente recientemente descubierto. Precisamente aquí, sobre la ruta al Virreinato del Perú, los colonizadores intentaron asentar un poblado que sirviera para enlazar y sostener esas agotadoras y amenazantes travesías. Es así que un 20 de agosto de 1561 alcanzando un paraje apropiado por sus vistas deciden fundar Ciudad de Nieva, en honor al Conde de Nieva, Virrey del Perú, reconociéndose así a la Primera Fundación de Jujuy. La reacción de los aborígenes no se hizo esperar, y unos y otros sembraron con sus vidas éstas tierras.
Varios siglos después, en 1932, en esta misma meseta dominante, rememorando aquel primer poblado español, un inmigrante visionario, don Juan Scaro, traza una promisoria villa adoptando su mismo nombre.
Es así que, cada 20 de agosto, los vecinos e instituciones de Ciudad de Nieva se congregan desde mucho antes que se erigiera el monolito emplazado en el atrio de la iglesia Nuestra Señora de Nieva para evocar un episodio de la colonización de América. Esta obra escultórica, inaugurada en 1972 fue una iniciativa del párroco Luis Massing, siendo su constructor el arquitecto Jaime Hoffman, con el valioso aporte del escultor ya desaparecido Marcelo Bolívar y secundado por el vecino y escultor Rosario Gaspar, quienes, en once placas de arcilla cocida montadas en las caras del monolito relataron el histórico acontecimiento e impulsando un homenaje a las dos culturas.
Por todos los pobladores que dejaron sus vidas en este paraje: los colonizadores españoles, los pueblos originarios, los valerosos criollos engendrados, los fundadores, inmigrantes y vecinos de la antigua y de la nueva Ciudad de Nieva, nos reunimos vecinos y autoridades para rendir un sentido homenaje. Este año lo hacemos a través de estos párrafos.
Esta torre monumento en el año 2005 fue restaurada, iluminada, reinstalada en su cúspide una gran cruz de quebracho y declarada Patrimonio de Interés Cultural por el Gobierno de Jujuy. Ya han transcurrido 15 años y se hace necesaria una restauración.
El significado histórico se potencia con los acontecimientos vividos a través del Éxodo Jujeño del 23 de agosto de 1812 y de su gestor el general Manuel Belgrano que este año cumpliera el Bicentenario de su fallecimiento a los 50 años de edad y al haberse conmemorado el pasado 17 de agosto el 170° aniversario del fallecimiento a los 72 años del general José de San Martín, Padre de la Patria.
Nuestro eterno reconocimiento a los forjadores de la Nación Argentina que supieron y lograron conseguir.