¿Cuál es el impacto de la pandemia en personas con adicciones?
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¿Cuál es el impacto de la pandemia en personas con adicciones?
Hay de todo un poco, porque tenemos una población de usuarios que si bien la situación de la cuarentena y el aislamiento y no poder circular, le vino bien y ayudo para reecontrarse con la familia y también está la situación de la población que realmente le hizo mal y le pegó muy fuerte y de repente hoy se encuentran en una situación más crítica de la que se encontraban. La pandemia además permitió que se cierren muchas puertas. En una situación como esta muchos de los lugares donde pueden acudir ante una crisis de angustia o un episodio de consumo excesivo e intoxicación no están funcionando. Las personas se encuentran con que no hay respuestas del Estado en el acceso de esas intervenciones.
¿Esta situación de encierro y restricciones hace que una adicción se agrave? ¿Las personas que están en recuperación recayeron o volvieron al tratamiento desde cero?
Hay casos que sí y casos que no. Por eso nosotros trabajamos siempre con el caso por caso y la singularidad del sujeto. Con este eje entendemos que cada proceso terapéutico está teñido por la historia de ese sujeto y por el contexto que lo rodea, y obviamente, por su manera particular de sobrellevar un problema como es el consumo.
Imagino que el aislamiento para una persona con adicciones genera abstinencia. ¿Se pueden haber visto afectadas las relaciones familiares?
Sí, en estos pacientes esta situación generó un desorden en su vida cotidiana. Hubo casos por ejemplo donde se registraron episodios de discusiones y peleas familiares porque también cuesta mantener a una persona que tiene consumo problemático encerrado en la casa, sabiendo que su problema justamente una cuestión de tener que salir de casa a buscar una sustancia. Un episodio de abstinencia genera efectos de son malhumor, intolerancia, irritabilidad.
¿Cómo se puede colaborar con una persona en esta situación?
Desde el psicoanálisis, que tiene una cuestión que es más estructural, yo recomendaría abrir un espacio para que circule la palabra. Esta acción genera una descarga en esa persona, el mismo acto de poder poner en palabra lo que le pasa significa mucho porque genera un alivio y descarga esa angustia, miedo, malestar, sufrimiento que está padeciendo.
La problemática del consumo o la adicción, como también se denomina, es una problemática muy vinculada a algo que hay por atrás de una cuestión de angustia y malestar y que está por detrás del hecho explícito del consumo. Se podría decir que el conflicto subjetivo o psíquico de esa persona, que todos tenemos a partir de que somos sujetos y por el hecho de ser sujetos, implica un conflicto con uno mismo y con su contexto. A veces tenemos sujetos que tienen herramientas para poder ir elaborando esas cuestiones y cuando se cae en algún tipo de patologías o algo que supera la capacidad de la persona de buscar equilibrio es que surge quizá algo del orden de lo patológico.
Me decía al principio de la nota que también hubo situaciones positivas en las personas, que esta situación favoreció esta etapa de recuperación...
Sí, en este caso dos cosas. Por lo general este perfil de sujetos, que pudieron ir anudando algo de lo que les pasa y estar más tranquilos,, o encontrar un poco más de equilibrio son pacientes que ya tienen un proceso hecho y están en una etapa más avanzada donde pudieron cuestionar sus prácticas de consumo, pudieron cuestionar sus vínculos y encontrar también qué responsabilidad les cabe a ellos, que son indicadores que un sujeto con problemas de consumos como que avanza en su proceso.
Por otro lado, los sujetos que recién comienzan y no tienen todo ese trabajo previo sobre su situación, quizá son los que se vieron perjudicados, al margen de todo lo que genera la pandemia, cuarentena y aislamiento, que es un generador de angustia de por sí, porque es una problemática vinculada a la posibilidad de la muerte, de saberse que la muerte alcanza a cualquiera y no es omnipotente.
¿Aproximadamente cuántas personas recibieron asistencia en estos últimos meses de pandemia?
En promedio por mes, no tengo el número exacto en lo que es el contexto de la pandemia, pero por mes tenemos entre 40 a 50 demandas, entre inicio de tratamientos y acompañamientos de los pacientes que ya se encuentran un proceso de recuperación.
En el barrio una de las problemáticas que estamos abordando y que nos preocupa mucho es el incremento del consumo en la infancia. Hoy trabajamos con una población de 8 a 14 años y trabajamos sobre eso porque las situaciones empezaron a aparecer porque la mayoría atraviesan la problemática y es causa de la falta de oportunidades, de falta de igualdad y del acceso a los derechos básicos. Además nos vemos con familias que están en una situación muy vulnerable es preocupante y alarma pero es la realidad.