Un extraño hecho se concretó en un asentamiento del barrio Los Huaicos de esta ciudad, donde una mujer fue denunciada por haber "asesinado" a dos perros a los que colgó de una viga en la vivienda que ocupa junto a la familia.
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Un extraño hecho se concretó en un asentamiento del barrio Los Huaicos de esta ciudad, donde una mujer fue denunciada por haber "asesinado" a dos perros a los que colgó de una viga en la vivienda que ocupa junto a la familia.
La agresiva mujer deberá encargarse de que los perritos sean enterrados en un lugar acorde y como corresponde.
La denuncia fue realizada en un primer momento por una vecina de la zona en la seccional 49º, a través de un llamado telefónico realizado a la unidad policial solicitando la presencia de efectivos, ya que habrían matado entre otros animales a la mascota de su hijo.
La policía una vez corroborada la llamada se dirigió a una vivienda ubicada en el pasaje San José, donde pudo comprobar que en ese lugar había efectivamente dos canes muertos que se encontraban colgados y atados con una soga al cuello.
La propietaria del inmueble manifestó a los uniformados que los animales le pertenecían y que de hecho los había "sacrificado" como consecuencia de que los mismos se encontraban enfermos y la intención era que lo mismos no sufrieran más por sus dolencias.
Sobre los hechos
En un momento dado se hizo presente en el lugar una vecina de la zona, que de muy mala manera comenzó a recriminar a la dueña de la casa donde estaban los canes muertos.
La mujer afirmó que la denuncia la realizó como consecuencia de que su "perrito" era una mascota muy querida y cuidada por su familia, ya que el mismo en realidad pertenecía a su hijo mayor.
Fuentes policiales afirmaron que la mujer se cerró en afirmar que los animales se encontraban abandonados y muy enfermos, a la vez que le solicitaba a la denunciante que presente los papeles correspondientes que acreditaran que ese animal era de su propiedad.
Por disposición del ayudante del fiscal de turno en el lugar se hizo presente personal de la División Criminalística de la Policía y un médico veterinario de la institución, quien certificó en el lugar el deceso de los animales a la vez que el mismos habría realizado los estudios correspondientes a los efectos de poder determinar si los mismos realmente se encontraban enfermos.
El veterinario responsabilizó a la dueña de casa para que se haga cargo de los restos de los mismos.