¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

20°
28 de Marzo,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Laberintos Humanos: De incógnito

Domingo, 23 de agosto de 2020 01:02

Seducido por el recuerdo de un pasado que no era tan bello, Pleuro Díaz, el ermitaño, había llegado hasta la plaza del pueblo. Su memoria se activó cuando la Martelia lo visitara en la vertiente junto a la que vivía. Compartieron una tarde en silencio y ella se fue, y al volver a su casa revaloró a su marido. El amor, dicen algunos, tiene mucho que ver con la resignación.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Seducido por el recuerdo de un pasado que no era tan bello, Pleuro Díaz, el ermitaño, había llegado hasta la plaza del pueblo. Su memoria se activó cuando la Martelia lo visitara en la vertiente junto a la que vivía. Compartieron una tarde en silencio y ella se fue, y al volver a su casa revaloró a su marido. El amor, dicen algunos, tiene mucho que ver con la resignación.

Martelia, en todo caso, había comprendido, al visitar al Pleuro, que su vida no estaba con él sino en aquel hogar que había construido desde que el ermitaño la dejara para estar sólo allá en los cerros, pero al verlo sentado en la plaza se sorprendió, se asustó y apuró el paso para perderse en el mercado y no ser vista. ¿La estaría buscando? No era eso, no era al Pleuro a quien quería, pero entendía que si estaba allí era porque, de alguna manera, ella lo había llamado. Tenía que hacerse cargo de la situación pero no podía hacerlo, no sabía cómo hacerlo. Por su parte, Pleuro Díaz no aguantó mucho la vida del pueblo.

Pronto partió, quien sabe si de regreso a su vertiente o vaya a saberse a qué soledades, y la Martelia se encerró en su casa por varios días, semanas que no salía a la calle hasta que el miedo se le fue yendo. La Martelia, de tanto en tanto, la visita a Blanca. Se tiñó muy rubia y usa lentes espejados, parece otra persona. Del Pleuro Díaz no supimos nada, quien sabe si alguna vez volveremos a tener noticias suyas y entonces se las transmito. Yo, personalmente, lo lamento, es un personaje que me venía gustando.

Temas de la nota