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18 de Abril,  Jujuy, Argentina
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Su pasión por el tenis crece con niños de New Jersey

Álvaro Baez asegura que "no hay que quedarse esperando a que te toquen la puerta" y prepararse para el mundo
Domingo, 23 de agosto de 2020 01:02

Álvaro Báez, destacado tenista en Jujuy, decidió abrirse paso en otras latitudes y buscó oportunidades hasta que encontró su lugar en el mundo, y desde hace cuatro años está instalado en Burlington County en New Jersey, Estados Unidos.

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Álvaro Báez, destacado tenista en Jujuy, decidió abrirse paso en otras latitudes y buscó oportunidades hasta que encontró su lugar en el mundo, y desde hace cuatro años está instalado en Burlington County en New Jersey, Estados Unidos.

El joven de 35 años, nació en la capital de la provincia y vivió en barrio Gorriti. Fue jugador del Club Tiro y Gimnasia y luego al mudarse a Los Perales fue a entrenar a Guillermo Milisenda Tenis Center, donde se desarrolló y creció como jugador y docente de tenis con el reconocido profesor jujeño.

Como jugador, conquistó por dos años consecutivos el premio Cóndor de Plata. Luego comenzó a viajar como tenista y entrenador junto a Milisenda, y es así que vivió y trabajó en Ecuador con un grupo de jugadores de ese país.

Así estuvo en España y un par de años en Kuwait trabajando en un club con jugadores de un equipo nacional, y finalmente se trasladó a Estados Unidos.

Es en el Estado de New Jersey donde se estableció y radicó desde hace cuatro años. Vive al Sur, en un pueblo llamado Burlington County. Llegó allí por su búsqueda de un lugar donde establecerse, teniendo como perspectivas España, Brasil o estados Unidos, por lo que hizo un viaje de vacaciones para conocer ese país, y que lo decidió a volver a probar suerte. Una vez que consiguió sus papeles, la green card o tarjeta verde, logró también su permiso de trabajo y aplicó para uno de los clubes, siendo esa la primera vez que se instalaba sin tener ningún tipo de contacto previo. En la primera llamada de teléfono lo contrataron, y donde continúa trabajando.

Aclaró que hasta ese momento, siempre iba recomendado y así conseguía trabajo, pero en esta ocasión no contaba con contactos en esa zona del país, ya que sólo tenía conocidos en Miami o en el Sur de Estados Unidos, señalando que justamente no se quería instalar allí porque hay mucha gente latina, y la idea era seguir mejorando su inglés, por lo que eligió vivir más al Norte de ese país, cerca de Nueva York.

Actualmente se desempeña como director de todos los niños del sub 12 años en un club privado de tenis, el Moorestown Tennis Club, y es quien desde hace tres años y medio diseña todos los programas de desarrollo de los niños de esa edad junto a algunos profesores que lo ayudan a llevar a cabo la tarea. Dice contar con una buena cantidad de jugadores, muchos de ellos con proyección, ya que la mayoría de ellos están muy enfocados en pertenecer a los equipos de tenis de los colegios y hay muchos niños que están comenzando a competir y a participar de los torneos nacionales.

De su vida cotidiana Álvaro comentó que particularmente no cuenta con amigos argentinos y que conoce sólo algunos, como los que tienen una cafetería, a quienes conoció porque siempre está buscando restoranes o lugares donde sirvan platos de Argentina porque extraña mucho la comida, ya que si bien cocina algo, no es su pasión. Explica que esto se debe también a que como la vida es muy vertiginosa, se mantiene bastante ocupado, y aunque cuenta con tiempo libre, come afuera.

Asimismo comentó que otra de sus amistades argentinas es un señor mayor que es ingeniero, y que casualmente vivieron en Kuwait al mismo tiempo y tienen amigos en común. Por otra parte reconoció que no extraña la cultura en general, por su fácil adaptación a otras formas de vida, de la que se compenetra muy fácilmente.

Dictando clases particulares

En ese marco de realidad en la que Álvaro Báez se encuentra, recordó que por la pandemia de Covid-19 Nueva York fue el segundo Estado más complicado por lo que desde abril y hasta ahora el club donde trabaja está cerrado, y esperan que si Dios quiere, se abra la primera o segunda semana de septiembre en coincidencia con la apertura de las clases para los niños en el colegio. De todo este tiempo, comentó que nunca ha parado su actividad, tiene clientes que tienen cancha de tenis en sus casas en el barrio donde trabaja, de manera que estuvo dando clases particulares en cinco casas. También trabaja en un parque con los mismos clientes y jugadores que tiene en el club, debido a que el Gobierno, por medidas de prevención, todavía no permite que se trabaje en los clubes cerrados.

Dijo que es una etapa complicada, más para los jugadores, tanto niños, adolescentes como adultos, porque prácticamente muchos de los programas de competencia y entrenamiento de muchos clubes están cerrados, en lo personal, a él le fue bastante bien porque estuvo muy ocupado trabajando y no se puede quejar, por lo que en su caso, la pandemia lo ha favorecido. Respecto a las medidas de prevención que dijo haber tomado desde el primer momento, detalló que es la de no estar cerca de la gente, aunque en este deporte se está separado uno de otro, salvo cuando se trabaja en grupo, por lo que al principio canceló todos sus grupos y daba clases individuales, estando a más de dos metros de distancia de la gente. No ha usado máscara, y dejaba su uso como opcional a sus alumnos, aunque el alcohol en gel lo usa todo el tiempo. Sus alumnos lo llevan y él también se los provee junto a unas toallitas húmedas desinfectantes para que limpien sus raquetas y elementos. En la cancha, no dejó y mantiene la modalidad de no dejar que toquen las pelotas con las manos, y el único que lo hace es él, y a cada uno de ellos los provee con unos canastos donde uno recoge las pelotas, y cada vez que comienza o termina la clase lo limpia para la siguiente persona, pero que en su caso, nunca dejó de trabajar.

Mensaje inspirador

Además de hablar de su experiencia dejó como mensaje que la gente se prepare, estudie y salga al mundo para conseguir sus metas. Álvaro Baez manifestó su deseo de decirle unas palabras a la gente de Jujuy, en particular a quien considera que está tan lejos de todo y que todo parece muy difícil de acceder. “Un simple consejo a la gente. Que salga, que intente viajar, trate de crecer, que lo poco o mucho que se haga en Jujuy, hay mucho más afuera. Que aprendan a hablar inglés, somos tan malos en este idioma sobre todo en el interior de Argentina, porque no le prestamos mucha atención y la verdad que ahora que hay tantas puertas y posibilidades de trabajo. Que se eduquen y hagan deportes porque realmente la posibilidad de abrir tu mundo está mucho en tener una profesión y hacer deporte. Hay muchas posibilidades de negocios, no sé en Argentina pero hay posibilidades de salir y conocer porque te abre mucho la cabeza para crear ideas, crear ambición, y no quedarse esperando a que te toquen la puerta”.