TILCARA. Hoy comienzan, con "Cielo Cerro Suelo", de Fernando Fernández, las muestras virtuales que el museo Terry planifica para esta segunda mitad del año. Lito Sandoval, a cargo del área de Extensión Cultural, nos cuenta que "tenía a mi cargo la parte de la programación del museo, nada más que ahora lo hacemos de este modo. Comenzamos con exposiciones que ya teníamos programadas, haciendo ahora una prueba piloto".
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TILCARA. Hoy comienzan, con "Cielo Cerro Suelo", de Fernando Fernández, las muestras virtuales que el museo Terry planifica para esta segunda mitad del año. Lito Sandoval, a cargo del área de Extensión Cultural, nos cuenta que "tenía a mi cargo la parte de la programación del museo, nada más que ahora lo hacemos de este modo. Comenzamos con exposiciones que ya teníamos programadas, haciendo ahora una prueba piloto".
Nos dice que "es algo que nos implica tiempo trabajo y una mayor gestión de fondos. Dentro del ámbito virtual habrá muestras y charlas que se irán dando a conocer. Estas muestras, como siempre, tendrán una inauguración y un cierre, pero van a quedar en la página del museo. Hay que tener en cuenta que, en enero, tuvimos cerca de cuatro mil visitantes, pero con esta nueva modalidad pesamos que va a haber más. Trataremos de mejorar porque es nuevo para nosotros, porque salvo la diagramadora de diseño somos el mismo equipo".
Fernando Fernández es el primero de los protagonistas. De la muestra empieza por definir que "son no paisajes, son cerros, cielos y suelos, líneas, trazos y surcos, nubes, cardones y el sol sobre los techos. Es un trabajo que vengo realizando con los materiales más allá del concepto de lo bello, del paisaje, que fue construyendo la humanidad a lo largo de su historia. Hoy la belleza parece ser sinónimo de lo pulido, de lo liso, algo sin resistencia y yo quiero pintar con tierra, con ceniza, recuperar los colores".
Nos dice que las obras "muchas veces me las sugiere el material con el que trabajo y con el que quiero trabajar, otras veces esos momentos de inspiración cuando uno va caminando, contempla algo y dice qué es lo que quiere. A veces es volver a observar mi propia obra a lo largo del tiempo, y saber cuáles cuestiones resolví y cuáles no, pensar de qué modo quiero decirlas, rever materiales e ideas. Si estoy en un lugar donde la tierra y ciertos colores se manifiestan todo el tiempo, las quiero tener y sentir".
Y nos relata la experiencia de "preparar pigmentos, de soltar y meterme dentro de donde vivo y es lo que soy. Los tiempos estacionales, los tiempos históricos, un tiempo más universal. Hace mucho me había aproximado al paisaje inspirado por fotos aéreas de los años 50, el paisaje visto desde 5.000 metros de altura, hoy quiero que los atraviese el tiempo".
Nos dice que "Pedro Molina y Hugo Irureta son también un puntapié para esta muestra, lo fueron en sus charlas, en los momentos compartidos, en trabajos en conjunto, al ver sus obras y al escuchar sus consejos. Son cosas que en el momento se disfrutan y uno no se da cuenta del valor que tienen, pasa el tiempo y crece lo que uno aprendió en mis paletas, mis trazos, mis líneas. Hugo decía que lo importante es encontrar tu lenguaje, y así incursiono en todo lo que puedo y hablo un idioma que me hace bien".
Cuando le preguntamos qué es lo que va a ver el espectador en esta muestra virtual, responde: "Cielo, cerro y suelos, estados de ánimo, esos no paisajes que se vuelven lugares. Es como ir mirando los paisajes desde un auto, una sucesión condensada. Que el que la vea empiece a ver lo que yo veo. Eso es lo que busco. En este formato van a poder ver obra por obra, y vamos a coordinar actividades donde pinto en vivo, donde armo colores, pigmentos, mostrar cuando puedo pintar en una sábana con el fijador de una penca".