El grupo de Protección Vegetal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) de Yuto y Laboratorio de Fitopatología obtuvieron buenos resultados en el uso de una técnica de injerto empleando como pie tomatillo, como una alternativa de manejo de plagas. Lograron incrementar los rendimientos en un 57,8% y ya dos productores experimentaron con éxito.
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El grupo de Protección Vegetal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) de Yuto y Laboratorio de Fitopatología obtuvieron buenos resultados en el uso de una técnica de injerto empleando como pie tomatillo, como una alternativa de manejo de plagas. Lograron incrementar los rendimientos en un 57,8% y ya dos productores experimentaron con éxito.
Hay productores que ya usan injertos de tomatillo con éxito. También prueban materia orgánica y el no rastrojo para mejorar suelos.
El trabajo que se realiza en la Estación Experimental de Cultivos Tropicales del Inta de Yuto responde a una necesidad del sector tomatero jujeño que incluye Fraile Pintado, Chalicán, Palma Sola y parte de Salta donde existen muchas enfermedades que afectan a la producción, entre ellas podredumbre vascular por fusarium, una especie patógena, y nemátodes que impiden que entren en producción. El uso de injertos de tomatillos, que crece en los ríos, en el que trabajan y ya experimentan significó un avance en el control, de menor costo accesible para pequeños.
"Es muy efectivo para la producción, hemos logrado incrementar los rendimientos en un 57,8% en un cultivo normal de tomate", explicó Ceferino Flores, ingeniero agrónomo responsable del Laboratorio de Fitopatología del Inta Yuto, quien recordó que el trabajo se inició hace tres años.
Para ello es que capacitaron a productores para que comiencen a experimentar con el método en la localidad de El Bananal, departamento de Ledesma, Oscar y Javier Jiménez, quienes ya usaron como pie tomatillo y han comenzado la comercialización de plantas injertadas con tomatillos a sus pares de la zona con éxito.
Con esto se trabaja en una alternativa más natural de manejo de plagas, ya que de otro modo los grandes productores tienden a optar por el uso de agroquímicos. En tanto la técnica de utilización de los injertos se comporta resistente a las plagas y enfermedades, permite extender más las raíces y con ello mejora la toma de nutrientes.
Pero otro elemento importante en la técnica es la materia orgánica, de modo que puedan recuperar los suelos que cada año van perdiendo la capacidad productiva y se deterioran. Para ello desde el Laboratorio se enfocaron en una alternativa "microbiológica" analizando por qué pierden la diversidad microbiana y calidad de suelos, que detonó ensayos y estudios sobre qué tipo de microorganismos se perdían y cómo recuperarlos.
Trabajaron en una primera etapa con microorganismos aislados del propio lugar, tricodermas, que son benéficos; y en una segunda fase con la incorporación de materia orgánica, esta última con resultado positivo al lograr recuperar los suelos. "Los suelos no solo dejan de perder calidad sino comienzan a rendir más directamente", explicó Flores.
La materia orgánica incluye todo residuo de cosecha, orgánico, y en un principio se usó guano de gallina, chivo u otro para compostar y percibieron que saliniza; por la zona cuentan con residuos de la malhoja de la caña de azúcar, y también la utilizaron para probar.
Lo último que se experimentó es la "no remoción del suelo", y al igual que la siembra directa de soja, la idea supone mantener el mismo burgo y sólo se sugiere pasar la rastra sólo si el suelo está duro, con lo cual la indicación es incorporar la materia orgánica y "no romper el suelo". Por eso Flores ponderó que con esta metodología y la no utilización de productos químicos se orientan a una técnica más sustentable, que inclusive permite mejorar la retención hídrica de los suelos.
Si seguimos a este ritmo vamos a ver florecer la agricultura", afirmó. "La zona de Palma Sola está retrotraída, lo mismo que Yuto y Fraile Pintado, una agricultura que siempre está teniendo problemas, si no es la peste negra, caída de frutos, una virosis. Con este cambio vamos a recuperar la zona a una agricultura más sustentable", finalizó Flores.