El avance del coronavirus en el interior de la provincia no da tregua. De acuerdo a los datos aportados por el COE, la ciudad de San Pedro tuvo ayer 22 nuevos casos de Covid-
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El avance del coronavirus en el interior de la provincia no da tregua. De acuerdo a los datos aportados por el COE, la ciudad de San Pedro tuvo ayer 22 nuevos casos de Covid-
19, llegando a un total de 260 infectados y centenares de personas aisladas de manera preventiva.
Si bien la curva de contagios avanza de manera discontinua, no hay que desconocer que los últimos datos ponen en alerta a toda la comunidad. El pasado 31 de julio, en un informe del COE local, San Pedro tenía 138 casos positivos de coronavirus y tres fallecidos. Una semana después llegó a 238 y 5 personas fallecidas. En cuestión de horas, los últimos datos aportados oficialmente llevaron la cifra a 260 casos positivos, con lo cual, la situación epidemiológica en la "Perla del Ramal" es cada vez más complicada.
Por temor o por necesidad, muchas personas recurren diariamente a las líneas telefónicas asignadas por el COE San Pedro, para atender en esta pandemia (103/ 424200 /424300). Según indicaron las autoridades se atienden cerca de 80 consultas diarias y se les brinda asesoramiento y contención a las familias.
Aunque son muchos los esfuerzos por minimizar el avance de la enfermedad, los contagios siguen apareciendo, especialmente en los lugares de trabajo, ya sea personal de salud, fuerzas de seguridad, empleados municipales y trabajadores de los ingenios, tanto La Esperanza como Río Grande.
Mientras tanto, el sistema de salud sampedreño, simbolizado en el hospital "Guillermo Paterson", hace lo imposible para contener la gran demanda. La voluntad de médicos, enfermeros y personal de salud parece no ser suficiente y las consecuencias del desfinanciamiento del sistema sanitario provincial saltan a la vista.
El personal de salud, la materia prima más importante en esta pandemia, está desbordado, no solo en número, sino también a nivel de su salud física y mental.
En las últimas horas, el intendente Julio Bravo se reunió con miembros de la Cámara de Comercio local, quienes le manifestaron la gravedad de su situación. Muchos pequeños y medianos empresarios invadidos por las deudas, esperando poder retornar al trabajo y rogando por la asistencia del Estado, que no llegó a todos por igual. Aunque la decisión no depende del titular del Ejecutivo sampedreño, existen grandes posibilidades de que la próxima semana se flexibilicen algunas actividades, anticiparon.
La otra pata de esta mesa de lucha contra el Covid-19 es la responsabilidad social, que debe tener la comunidad, el vecino. La mayoría intenta cumplir con las medidas de bioseguridad y el uso del barbijo está casi incorporado en la conducta de los sampedreños. Pero las reuniones familiares en las casas, las juntadas de jóvenes los fines de semana y las salidas sin justificación son los problemas más serios con los que se deben encontrar los encargados de controlar. En este contexto complicado de crisis sanitaria, los sampedreños continúan su vida, tratando de escaparle al "bicho" y exigiendo respuestas concretas de las autoridades para frenar el avance del coronavirus en el Ramal jujeño.