En la edición de este lunes, nuestro medio informó sobre el secuestro de 12 licuadoras en el interior del auto de un efectivo policial de la ciudad de La Quiaca.
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En la edición de este lunes, nuestro medio informó sobre el secuestro de 12 licuadoras en el interior del auto de un efectivo policial de la ciudad de La Quiaca.
Los datos y pormenores de las circunstancias fueron suministrados justamente por la propia fuerza a El Tribuno de Jujuy.
Por tal motivo la persona protagonista dio a conocer su versión sobre las circunstancias por la que estaba en el lugar conocido como "La Ripiera", del barrio Luján sector este de La Quiaca, colindante con el río internacional.
El efectivo relató: "Esa noche estaba de guardia trabajando en ese sector donde hay poca luz, en ningún momento tuve contacto con otras personas ni mucho menos con esas cajas que jamás estuvieron dentro de mi vehículo personal".
Y añadió: "De otra fuerza por el sistema infrarrojo divisan que dos personas cruzan desde Villazón con bultos sobre sus espaldas, los dejan y vuelven al lado boliviano; yo no tenía conocimiento porque no vi nada".
Sobre los hechos
Consultado sobre la intervención de Gendarmería, añadió: "Cuando estaba en compañía del sereno del lugar llevan imprevistamente y preguntan por unas cajas que estaban cerca del auto de mi propiedad".
Reiteró efatizanco: "Esas cajas no estaban dentro del auto, hasta que las abrieron ni siquiera sabía qué había en su interior. Está de testigo el sereno de La Ripiera, con tanto contrabando en este barrio, justo ellos vieron a las dos personas dejando las cajas".
Por último, expresó: "Yo cumplí con mi guardia, continué trabajando, sin pensar que iban a implicarme de un hecho del cual nunca participé. Estaba en ese sitio por mis funciones, mi legajo personal está limpio porque jamás estuve involucrado en nada extraño".
Por disposición de Jefatura de Policía, el efectivo fue trasladado a cumplir servicios en otro punto de la geografía jujeña. "Sólo quería aclarar cómo sucedieron los hechos y que soy una persona honesta", culminó.
Sobre una bolsa de cincuenta kilos dentro del rodado Volkswagen Suran de color gris con una sustancia polvorienta de color blanco, que luego resultaría ser bicarbonato de sodio, exigió el comprobante de la compra por un monto a siete mil pesos.