"No hay mal que por bien no venga" dice un refrán que busca emitir un mensaje optimista ante aquellas situaciones que, en principio, no son buenas pero que, a futuro, pueden generar resultados positivos.
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"No hay mal que por bien no venga" dice un refrán que busca emitir un mensaje optimista ante aquellas situaciones que, en principio, no son buenas pero que, a futuro, pueden generar resultados positivos.
Cada día en La Quiaca vemos ejemplos de cómo los vecinos ayudan al principal centro sanitario de la Puna, el hospital "Jorge Uro", en esta situación tan complicada que estamos viviendo. La solidaridad de toda una ciudad para equipar el nosocomio, para que los profesionales tengan las herramientas adecuadas para enfrentar la pandemia demuestran que la ayuda mutua es fundamental para superar tiempos difíciles.
Desde equipos de alta tecnología hasta lo más mínimo, sirve y suma. En poco tiempo los quiaqueños lograron algo impensado, unirse por una causa común dejando de lado las banderías políticas. También el Ministerio de Salud hizo su aporte. "Todo es bienvenido, es emocionante el nivel de compromiso y solidaridad del pueblo, para quienes solo tenemos palabras de agradecimiento", manifestó Fernanda Elías, directora del nosocomio.
Al igual que el resto de la provincia, el hospital fronterizo tenía muchas necesidades, especialmente con el brote de coronavirus desde el mes anterior y los días que van del noveno mes del año. Atentos a la necesidad imperiosa de incorporar nuevas herramientas, por ejemplo, desde el Gobierno de Jujuy arribaron dos monitores multiparamétricos y doce concentradores de oxígeno, también dos respiradores volumétricos para casos de emergencia.
Los vecinos y desde diferentes sectores organizaron colectas de dinero que se vieron reflejadas en la adquisición de todo tipo de insumos, que se utilizarán en el momento y otros que a futuro servirán para las generaciones venideras.
Ver a una comunidad activa, organizada, solidaria, que tiene mucha conciencia de crisis, es emocionante, reconfortante a pesar de la situación difícil. Porque más allá de las lógicas críticas, para el quiaqueño prima la salud, la prevención y la contención, semana tras semana van sumándose voluntades, y cuando pase el tiempo el hospital seguramente contará con mayor equipamiento.
La Quiaca al igual que en todo el mundo, vive un momento histórico sin precedentes, pero las ideas, el compromiso y solidaridad en el pórtico boreal patrio son un ejemplo para superar la adversidad.