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"El cuerpo también le puede decir al cerebro que cambie la emoción"

Licenciada en Administración y coach ontológico profesional. Líder en Yoga de la Risa e integrante del staff de la Escuela y Consultora Coaching de Altura. Impulsora de su proyecto personal MamáCoach. Junto a Patricia Real, también coach y directora de dicha escuela dan clases, ofrecen talleres, capacitaciones y en la jornada de ayer dictaron un Master en Gestión y Diseño Emocional.
Martes, 15 de septiembre de 2020 01:02

¿Qué son las emociones?

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¿Qué son las emociones?

La emoción es un impulso para la acción. Eso que siento en el cuerpo y me predispone a realizar algo. Todos los seres humanos somos seres emocionales que razonan, el tema es que durante años la razón tuvo su lugar de privilegio "pienso luego existo", entonces todo lo que venía de la razón era sobrevalorado por ejemplo se decía que cuando uno iba a trabajar tenía que dejar los problemas en casa. Pero cuando uno llega a la oficina ¿a dónde las dejo, cómo me las saco? si no es algo que se pueda tocar. Pero en los últimos años, desde distintas corrientes psicológicas, la neurociencia y biología muestran que primero está la emoción y después la razón.

Las emociones no se medican, hay que sentirlas y hay que ver por qué aparecieron. Tenemos que empezar a considerarlas como parte de nuestro ser y no como un problema porque tenemos más de 250 emociones. Por eso es tan importante empezar a dialogar con nuestro mundo emocional porque es mucha la riqueza que nos proveen cuando las podemos mirar.

¿Todas las emociones pueden tratarse sin la necesidad de medicarse?

Claramente hay casos que tienen que ser tratados por un profesional de la salud. El tema está en la automedicación por ejemplo tomarse una pastilla para dormir cuando estamos nerviosos. Es que todo lo que nos pasa sucede por algo, a veces nos enfermamos de la garganta porque hay cosas nos cuestan decir entonces me enfermo para no hablar. La emoción se siente en el cuerpo.

Hay personas que se automedican, otras que consumen alcohol o algún tipo de sustancia para bloquear las emociones de angustia, tristeza o frustración y eso es lo que genera malestar y cuando ya es algo que no puedo controlar tiene que intervenir un profesional de la salud ya sea con medicación o con terapia. Y de tratarse de un caso que requiera medicación de igual manera hay que tratar las emociones y hacer un trabajo interno para no pasar toda la vida medicado.

¿De qué manera podemos manejar las emociones en este tiempo de cuarentena?

Hay un método llamado las 3 E. La primera propuesta es Explorar las emociones, detectar qué es lo que estoy sintiendo porque esa emoción tiene un mensaje para nosotros. Si estoy enojado tal vez es porque la situación es injusta. Entonces es fundamental preguntarnos por qué me siento así, qué me quiere decir esa emoción y así pasamos a la segunda E de Etiquetar la emoción. Qué nombre tiene, porque muchas veces nos sentimos raros y no sabemos qué es y lo que no tiene nombre no se puede trabajar.

Una vez que reconozco lo que siento y por qué lo siento y veo qué mensaje me puede traer y si descubro por ejemplo que lo que siento es tristeza, lo que ya puedo hacer es aplicar la tercera E de Elegir.

Elijo qué hacer, si voy a seguir triste o voy a pedir ayuda. Puedo elegir cómo intervengo en esa emoción que estoy sintiendo.

Una de las formas que es clave para intervenir en la emoción ahora en cuarentena es a través del cuerpo. Hay una conexión cerebro-cuerpo y también cuerpo-cerebro. El cuerpo también le puede decir al cerebro que cambie la actitud o la emoción por ejemplo si estoy con la espalda encorvada y una postura de congoja, decaída y de repente cambio la postura y me pongo derecha como si fuera una ganadora el cerebro interpreta que esa es la actitud que tengo que tomar y cambia. En estos tiempo de cuarentena la clave es intervenir nuestras emociones desde el cuerpo y movernos ya sea salir a caminar cuando se pueda, hacer actividad física en la casa, ponerse música y bailar, etc. Lo que más nos pasa en cuarentena es la vida sedentaria y cuando el cuerpo se mueve nos sentimos mejor porque empieza a trabajar todo el organismo y se liberan las hormonas de la felicidad generando bienestar.

Son muchas las personas que durante el aislamiento se ven invadidos por sentimientos de miedo y angustia...

Somos emoción, cuerpo y lenguaje. Las palabras y los pensamientos también generan emociones y nuestro cuerpo actúa en consecuencia. Entonces si una persona está todo el tiempo hablando sobre qué mal que está todo, que estamos cansados de estar encerrados, los contagios, etc y contamos esta historia repetidas veces esas emociones aparecen. ¿Y cómo podemos dejar de pensar en eso? Moviéndonos, caminar, regar las plantas, bailar y la meditación también es una práctica que acompaña.

La emoción cambia el mundo.

No hay emociones ni positivas ni negativas, hay emociones. Algunas nos producen una sensación agradable y otras nos generan una sensación corporal desagradable como el enojo, el miedo, el asco, la frustración pero no quiere decir que sean malas porque por algo surgió en nosotros.

¿Cómo prepararnos para afrontar la vida pospandemia?

El encierro nos mostró muchas cosas que estaban dentro nuestro como por ejemplo que no nos llevamos bien con nuestra familia ¿Esto es que algo empezó a ocurrir recién ahora o ya viene de antes pero recién se puso en evidencia en esta situación de aislamiento? Para poder prepararnos para el nuevo mundo, primero tenemos que ver qué nos mostró esta cuarentena ¿qué sacó de nosotros, qué emociones nos afloraron?

Lo que pasa es que la cuarentena puso en evidencia un montón de cosas que ya traíamos y que ahora nos la puso de frente en la cara y de golpe. Entonces es a partir de aquí que destacamos que podemos adquirir en este contexto un montón de habilidades para que cuando la situación cambie ya sepamos reconocer las emociones.

Imaginemos si en este tiempo de pandemia logramos aprender a gestionar lo que nos pasa, cuando apliquemos estas herramientas en un contexto más favorable como la nueva normalidad el resultado será mucho mejor.

El segundo gran desafío que tenemos es aprender a vivir en la incertidumbre. Soltar el control. Hace años se habla que vivimos en un mundo Vica que es un mundo volátil, incierto, ambiguo y cambiante y en este tipo de mundo lo que necesitamos es soltar el control y justamente no tener el control nos pone nerviosos. Nosotros no podemos controlar cuándo terminará la cuarentena pero sí puedo controlar cómo yo voy a vivir este tiempo, no podemos controlar cuál será el resultado pero sí el proceso.