La Dirección General de Salud de Nueva Zelanda le ofreció ayer al seleccionado de rugby de Australia aliviar las restricciones sanitarias para permitir que los Wallabies entrenen en el país antes de los partidos contra los All Blacks y así poder jugar la Bledisloe Cup en noviembre próximo.
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La Dirección General de Salud de Nueva Zelanda le ofreció ayer al seleccionado de rugby de Australia aliviar las restricciones sanitarias para permitir que los Wallabies entrenen en el país antes de los partidos contra los All Blacks y así poder jugar la Bledisloe Cup en noviembre próximo.
En principio, Australia, a través de lo expresado por el entrenador Dave Rennie, no está dispuesto a comprometerse con las estrictas regulaciones de cuarentena para mitigar los efectos del coronavirus en Nueva Zelanda para jugar los partidos de la Bledisloe.
El director ejecutivo de NZ Rugby, Mark Robinson (foto), descartó cualquier posibilidad de reprogramar los encuentros de la Copa Bledisloe este año, si los Wallabies se niegan a visitar Nueva Zelanda.
Robinson confía en que los australianos tendrán tiempo suficiente para prepararse para el primer partido de la Copa el 10 de noviembre y niega que NZ Rugby acepte cambiar las fechas, según publicó el sitio Newshub.
Está claro que si Australia se niega a viajar a Nueva Zelanda si no se ablandan las restricciones sanitarias impuestas por la cuarentena.