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"Fue duro no manejar las manos ni para lavarme"

Luego de una década de diabetes creyó que se agravaban sus síntomas y era artritis reumatoidea que pronto la limitó.Los dolores se acentuaron y llegó a perder la movilidad de las manos. Con un buen tratamiento y ejercicios mejoró.
Miércoles, 02 de septiembre de 2020 01:03

El invierno de 2016 se inició con una dura etapa de dolores de articulaciones para Nilda Lamas que ya era diabética y sumaba malestares cada vez más intensos. Le diagnosticaron artritis reumatoidea y luego de consultar a varios galenos finalmente logró un tratamiento acorde, pese a que no lo cubre su obra social, que le permitió recuperar la movilidad de manos y controlar el dolor junto a ejercicios adecuados.

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El invierno de 2016 se inició con una dura etapa de dolores de articulaciones para Nilda Lamas que ya era diabética y sumaba malestares cada vez más intensos. Le diagnosticaron artritis reumatoidea y luego de consultar a varios galenos finalmente logró un tratamiento acorde, pese a que no lo cubre su obra social, que le permitió recuperar la movilidad de manos y controlar el dolor junto a ejercicios adecuados.

"Empecé con dolores en el cuerpo, en las piernas, en los brazos, se me fue agravando, fui al médico diabetólogo y me derivó con el reumatólogo. Me dieron medicamentos y me hacían mal por la diabetes, me subía el azúcar", explicó relatando el inicio de una temporada complicada de dolores que confirmaban la artritis reumatoidea que le diagnosticaron.

Sucede que le recetaban corticoides y eso impactaba en su diabetes, y se convertía en un círculo de complicaciones por lo que terminaba suspendiendo la medicación, tuvo que cambiar de médico y ver distintos tratamientos. "No lo podía superar, al último me dolían hasta los huesos de la cara, no podía comer, las manos se me hinchaban", recordó. Eso la llevó a buscar otros profesionales hasta que encontró a uno que le cambió el tratamiento con buen resultado.

Esto incluía una suerte de vacunas que si bien la aliviaban le generaban mucho dolor en la aplicación semanal. "Era muy doloroso, pasaba mucho tiempo en cama, me daba un poco de frío y ya me dolía. Lo más duro es que se hinchan las manos y no podía hacer nada, los hombros, me quedaba en cama cuatro o cinco días", explicó.

A ello se sumó una lucha de gestiones para que la obra social del Estado provincial le reconozca la medicación pero se la rechazaban, al igual que la consulta con el especialista quien finalmente acertó en el tratamiento que le permitió superar los terribles dolores.

Por períodos llegaba a tener muchas limitaciones que le impedían hacer cosas cotidianas en su rutina de ama de casa, y hasta dejar de tejer para sus nietos. "Lo más duro era no poder manejar las manos, ni para lavarme la cara ni los dientes, es algo que no se puede controlar. Y fui recuperando con ayuda de la medicación, ejercicios y las clases de apoyo", explicó Lamas.

Fue en la experiencia de superar esos trances de dolor agudo que a diferencia de lo que pensaba no cesaban con el reposo, y comenzó a levantarse y movilizarse. En ello fue de gran ayuda haber podido integrarse al grupo de Ayuda Mutua al Artrítico Reumatoideo (Amar) donde pudo hacer gimnasia adecuada para su patología, clases de memoria para ejercitar y disfrutar de la compañía de sus pares a quienes ahora ve por Whattsapp.

Actualmente cumple la cuarentena en Alto Comedero con su esposo jubilado, quien la asiste cuando tiene episodios de dolor o no puede moverse. Y es que a veces pululan los dolores cuando se detona el tedio por el encierro y la preocupación por sus hijos y sus familias, dos de ellos enfermos.

"Estos temas afectan, da impotencia, y hago un sacrificio, me levanto, porque quedarme en cama es peor. Si estoy bien tejo y otras veces no puedo; y ahora con el grupo Amar estamos comunicados, en oraciones, es de mucha ayuda, la mayoría estamos con lo mismo, sabemos lo que estamos tratando", afirmó con mucha satisfacción por esa interacci

La artritis reumatoidea afecta más a las mujeres

GRUPO AMAR / LAMAS CON SUS PARES PACIENTES CON LA PATOLOGÍA CON QUIENES CURSA GIMNASIA MEMORIA VIRTUAL.

La artritis reumatoidea es una enfermedad inflamatoria crónica, de naturaleza autoinmune, caracterizada por la afectación simétrica de múltiples articulaciones y la presentación de diversos síntomas generales inespecíficos y manifestaciones extraarticulares. Tras su evolución natural y en ausencia de tratamiento adecuado, la enfermedad puede causar en fases avanzadas importantes limitaciones físicas y un marcado deterioro de la calidad de vida. A nivel mundial, se estima que existen más de 21 millones de pacientes con artritis reumatoidea (AR). En Argentina la prevalencia general se estima entre un 0,96% y un 1,97% por 1000, y es más frecuencia en mujeres que en varones.

Se manifiesta típicamente por dolor, tumefacción y rigidez o dificultad de movimiento en diversas articulaciones pequeñas y grandes. Los síntomas generales, que a veces preceden los dolores articulares y tienden a persistir, son cansancio, sensación de malestar, fiebre ligera, inapetencia y pérdida de peso corporal. Avanzada afecta a la piel, los vasos sanguíneos, el corazón, los pulmones, los ojos y la sangre.