El gobernador Gerardo Morales junto a los ministros de Seguridad, Ekel Meyer, y de Salud, Gustavo Bouhid, puso en funcionamiento el hospital de Campaña en la unidad penal 2, ubicada en el barrio Alto Comedero, del Servicio Penitenciario de la Provincia, destinado, en principio, a internos y detenidos, con una capacidad actual de 56 camas y la posibilidad de extenderla a 160, con tubos de oxígeno y recursos médicos.
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El gobernador Gerardo Morales junto a los ministros de Seguridad, Ekel Meyer, y de Salud, Gustavo Bouhid, puso en funcionamiento el hospital de Campaña en la unidad penal 2, ubicada en el barrio Alto Comedero, del Servicio Penitenciario de la Provincia, destinado, en principio, a internos y detenidos, con una capacidad actual de 56 camas y la posibilidad de extenderla a 160, con tubos de oxígeno y recursos médicos.
La decisión se tomó luego de varios casos de coronavirus entre las personas privadas de libertad, en especial en comisarías.
El lugar preparado para la atención de personas positivas para Covid-19, cuenta con salas para personas en situación grave, con síntomas leves y moderados, enfermería y otros sectores necesarios para su tratamiento.
Al respecto, el gobernador Morales expresó que la creación del lugar "se debió a un trabajo conjunto entre los ministerios de Seguridad y Salud. Creo que esto es un paso más para garantizar primero la salud, no solo de los internos en el Penitenciario sino también para los detenidos en comisarías, de modo tal de que tengan acá un sistema de atención primaria".
Adelantó que se estima que el lugar seguirá funcionando post pandemia: "después de que pase la pandemia, queremos tener un centro de salud dentro del Penitenciario".
Finalmente, Morales destacó la capacidad de alojamiento: "son 56 camas, tiene una dimensión importante, con equipos de oxígeno y con personal capacitado". Continuó: "vamos a continuar fortaleciendo el sistema sanitario en toda la provincia, en estos tiempo de pandemia".
Por su parte, el ministro Meyer indicó que el hospital "cuenta con una capacidad extendible para 160 camas, con capacidad para dar oxígeno, con insumos médicos y hospitalarios, todo aportado por Salud".
En este mismo sentido, Meyer dijo que "tener un hospital de campaña en este lugar minimiza totalmente el riesgo, primero de lo internos y luego de quienes los cuidan. Tenemos nuestro propio espacio, necesario para bajar el riesgo de trasladar a los internos privados de la libertad y tratarlos acá, y que no ocupen las camas de los hospitales que son necesarias para el resto de las personas".
Por último, Bouhid resaltó que "es muy importante la posibilidad que se le da a los internos y al propio personal penitenciario, no sólo pensando en la pandemia, sino después dejar constituido un hospital de primer nivel, ya que hay una gran población, con internos con patologías".