Lamentable y dolorosa es la postal que se ve en el acceso a Perico, a los pies del monumento a San José, donde personas inescrupulosas, recientemente dañaron y mutilaron salvajemente las imágenes religiosas que rodean el sagrado espacio de los periqueños.
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Lamentable y dolorosa es la postal que se ve en el acceso a Perico, a los pies del monumento a San José, donde personas inescrupulosas, recientemente dañaron y mutilaron salvajemente las imágenes religiosas que rodean el sagrado espacio de los periqueños.
El repudiable hecho sucedió en las últimas horas, cuando jóvenes consumían alcohol en la zona del acceso principal a Perico, rompiendo la cuarentena, violando las normas establecidas del distanciamiento social, para luego cometer actos de vandalismo.
Se cree que el acto salvaje fue el fin de semana, por eso la Policía está actuando de oficio y busca las imágenes de las cámaras de seguridad de la ciudad comercial.
En concreto los daños fueron significativos para el patrimonio religioso de Perico, a la imagen de la Virgen de Urkupiña le decapitaron el Niño Dios que tiene entre sus brazos, lo mismo pasó con la imagen de Santa Rosa de Lima, al Niñito que sostiene lo mutilaron. Además apedrearon la imagen de San Expedito que tiene dañada la parte facial.
Hace un par de años atrás, pasó lo mismo en el barrio Santo Domingo, donde derribaron la imagen del homónimo santo y lo decapitaron, una acción absolutamente repudiable que quedó prácticamente impune, nadie había visto nada sobre esos actos vandálicos. Siempre el factor predominante en estas acciones violentas, agresivas e irrespetuosas, fue el alcohol.
El padre Germán Maccagno dijo que "no respetan nada, son gente que se ponen a tomar, porque además de las imágenes rotas y mutiladas, se encontraron envases de bebidas alcohólicas, esto ya pasó también en Santo Domingo, es gente que toma alcohol y después hace cualquier cosa. La familia debe tener más cuidado, cuidar a los hijos, porque todo esto es producto de la ebriedad, sabemos que son jóvenes y la ebriedad los lleva a hacer esas cosas".
Además el párroco periqueño agregó que "tocar y dañar esas imágenes hace mal, son imágenes de todos, del pueblo, son símbolos de nuestra cultura que es profundamente religiosa, esto es doloroso, feo, habla mal de las personas que lo hicieron, le pedimos a Dios que les toque el corazón, que se arrepientan, que Dios los perdone, pero ahora esos chicos deben hacer un trabajo para la comunidad, ya que los daños hay que repararlos".