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28 de Marzo,  Jujuy, Argentina
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“Trabajar con mujeres fue una decisión artística y política”

La ópera prima de la joven guionista y directora argentina Sol Berruezo Pichon -Rivière, titulada “Mamá mamá mamá” fue parte del 68ª Festival Internacional de Cine de San Sebastián. El Tribuno de Jujuy habló con la realizadora de 24 años.  
Domingo, 27 de septiembre de 2020 10:36

La joven cineasta argentina Sol Berruezo Pichon-Rivière habló con El Tribuno de Jujuy sobre primera película titulada “Mamá, mamá, mamá”  desde San Sebastián a donde pudo viajar para presentar su filme en la sección “Horizontes Latinos” del encuentro cinematográfico vasco que por estos días se lleva a cabo en forma presencial pero aggionarada a las restricciones sanitarias por la pandemia global.

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La joven cineasta argentina Sol Berruezo Pichon-Rivière habló con El Tribuno de Jujuy sobre primera película titulada “Mamá, mamá, mamá”  desde San Sebastián a donde pudo viajar para presentar su filme en la sección “Horizontes Latinos” del encuentro cinematográfico vasco que por estos días se lleva a cabo en forma presencial pero aggionarada a las restricciones sanitarias por la pandemia global.

La directora contó que tras ganar el primer premio del concurso "Ópera Prima" del Incaa en 2017, inició un fructífero recorrido por festivales internacionales siendo distinguida con la Mención Especial del Jurado Internacional en la sección Generation Kplus de la última edición del Festival de Cine de Berlín. Y brindó detalles de la película que cuenta con un equipo íntegramente femenino.

“Mamá mamá mamá” gira en torno a una niña de 12 años que confundida por los conflictos propios de la pubertad deberá afrontar la pérdida de su hermanita menor que murió ahogada en una pileta. Con una madre sumida en la pena y sin adultos que la contengan realmente, recibe solo el apoyo de sus primas, que la acompañan en su dolor y en su transición a joven mujer. 

La directora introduce al espectador en un pequeño mundo de chicas que con simplicidad ponen sobre la mesa sus inquietudes. Los interrogantes son muchos y las respuestas vienen de la mano de la fraternidad femenina, la exploración y las charlas juveniles/infantiles. Es un relato vinculado al duelo pero también es una historia de iniciación, de descubrimiento y de búsqueda de la propia identidad. “Mamá mamá mamá” es una propuesta austera, templada, sutil que se constituye con un prometedor  debut de Sol Berruezo Pichon-Rivière.

 

¿Cómo estás viviendo el arribo del filme a San Sebastián?

Para mí es un privilegio enorme estar acá en el festival, primero por lo difícil que fue viajar, la verdad que casi se transforma en una misión imposible, pero por suerte llegamos y me tiene muy feliz ser parte de la sección “Horizontes Latinos” para la que fuimos convocados porque estoy compartiendo con muchas directora mujeres, (sólo una película de este segmento fue dirigida por un hombre) lo cual me enorgullece un montón y esto aparece como una gran posibilidad de mostrar la mirada femenina de Latinoamérica. Me encanta la sección. Y a la película la están viendo un mentón de personas y tiene una respuesta muy linda de la gente y eso me enorgullece mucho.

¿Cuál fue el recorrido del filme hasta ahora?

La película se estrenó en febrero en la Berlinale en Alemania, en una sección que se llama “Generación” con películas con personajes niños y le fue increíble, obtuvimos una mención especial del jurado internacional lo que se constituyó como una excelente ventana al mundo porque es mi primera película. Y verla llegar ahí fue muy importante para mí. Fue unos días antes que todo cerrara así que pudimos viajar junto a las dos productoras y una de las actrices: Luego la película fue parte de encuentros en Corea, en Polonia donde obtuvo un primer premio en un Festival de Varsovia, después llegó a Chile, Perú, Colombia y Canadá. Próximamente en Argentina integrará un festival importante pero no puedo decir nada todavía. Luego pensaremos en el estreno comercial,  apenas se abran los cines. Compañía de Cine es el agente de ventas de la película.

¿Por qué te inclinaste por este proyecto?

A mí me interesa mucho retratar el mundo femenino y particularmente me interesó  la  transición entre la infancia y la adolescencia. Me inspiré mucho en mis hermanas menores quienes fueron  las primeras personas que empecé a retratar cuando comencé a estudiar cine y me encontré con algo que me parecía muy lindo e inexplorado. Toda esa vergüenza, ese cambio radical que empieza acontecer en el cuerpo y cómo nos ve el mundo, cómo comenzamos a ser objeto de deseo. Comienzan a suceder un montón de cambios externos e internos de nuestro cuerpo y me parece un momento muy precioso para retratar, un poco perverso en algunos aspectos. Me interesa retratar ese universo y también el universo de la fraternidad femenina en la infancia. Y el acontecimiento traumático de la historia es un elemento que me permitió adentrarme en el personaje principal y en sus conflictos, internos porque este drama hace que suelte las barreras que tenía  y que todo esté más a flor de piel. Esa fue la idea.

¿Cómo fue el trabajo con las pequeñas actrices?

Esa fue la parte que más pánico me daba, primer encontrar a las nenas protagonistas y luego  explicarles de qué se trataba la película. Todo fue un proceso pero desde un inicio tuve el apoyo de profesionales, las coach actorales María Laura Berch y Soledad San Martín, que me dieron una mano grande. Y dirigir niñas fue lo más hermoso que me pasó porque tienen un plus incontrolable, porque ellas inventan en el momento, cada una trajo su propia personalidad a la historia y tienen un  elemento creativo de juego que sumaba un montón y qué es incontrolable, les sale naturalmente. Ellas saben salir y entrar del juego dramático mucho más fácilmente que los adultos, tenían más claro que yo el cómo encarar la escena. Y al día de hoy estoy muy interesada en la dirección de actores, siento que en esta oportunidad tuve mucha ayuda, espero dirigir adultos y creo que será mucho más complejo, aunque pareciera lo contrario los niños terminan siendo grandes creadores a la hora de filmar.

La película está hecha por un equipo compuesto casi íntegramente por mujeres ¿se dio así o fue una decisión?

El proyecto lo presentamos con dos productoras Florencia de Mugica y Laura Mara Tablón al Incaa, de entrada era algo de mujeres. Y ahí surgió la idea, primero fue una  decisión artística, para preservar la intimidad,  tanto para mí en la dirección como para las actrices y para generar otra vibra, no quiero generalizar por género, pero creo que cuando hay un grupo de mujeres se siente una energía distinta, una se siente más comprendida y con menos pudor y eso era importante para las niñas y después fue una elección política, una manera hacer un experimento y demostrar que sí se podían cubrir todos los roles técnicos por mujeres que eso no era un impedimento.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Estoy con nuevo proyecto escrito que se llama “Nuestros días más felices”, es un guión que quedó preseleccionado en la Biennale College Cinema de Venecia destinado a la creación de películas de directores nuevos allí aplicamos con mi productora Laura Mara Tablón. Esta película está protagonizada por una de las niñas que fue parte de “Mamá mamá mamá” y  estoy a full con eso para darle vida lo más pronto posible porque la idea es firmar con ella que tiene 8 pero va a crecer y necesito que su personaje tenga esa edad. Queremos producirla lo más rápido posible.

¿Cómo te sentís siendo tan joven y teniendo oportunidades en festivales tan importantes?

La verdad que yo estoy muy agradecida de ser argentina y haber hecho mi película en Argentina. El Incaa brinda grandes oportunidades a los nuevos autores, a los ópera primistas. Agradezco la opción que da el Instituto del Cine. Los países europeos están avanzados en muchos aspectos pero en este sentido no, ya que se inclinan más por los intereses del mercado en el momento de determinar quién llega a filmar y quién no. Y ver las películas que estoy viendo, que me acompañan en la selección “Horizonte Latino, que la mayoría son óperas primas de directoras mujeres, me enorgullece mucho.

¿Qué reflexión podés hacer teniendo en cuenta el contexto de pandemia global que atravesamos y el cine?

Esto es una crisis que estamos atravesando todos y no me atrevo a decir mucho porque nos sigue afectando pero que en este contexto otros formatos están apareciendo, otras formas de visualización y lo celebró. El cine desde su aparición hace más de  100 cambia constantemente y uno tiene que aceptar ese pacto una vez que entra, el cine está en constante evolución o involución, no sabemos hay que tratar acompañar los cambios que van aconteciendo. Pero sin duda la presencialidad en los cines o en los festivales es invaluable y no tiene que desaparecer, porque el contacto humano es fundamental y la posibilidad de ver una película en una sala de cine no tiene comparación porque es ahí donde se valora mucho más el trabajo de toda la gente que participa.

¿Conoce Jujuy? ¿Tiene referencias del cine del Noa?

No pero me muero de ganas de visitar el norte argentino Y el cine en el  interior me parece muy importante, hay que fomentar el federalismo en el cine para que no quede todo concentrado en capital.