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28 de Marzo,  Jujuy, Argentina
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"Trabajar con mujeres fue una decisión artística pero también política"

La ópera prima de la joven guionista y directora argentina Sol Berruezo Pichon -Rivière, titulada "Mamá, mamá, mamá" fue parte del 68º Festival de San Sebastián en la sección "Horizontes Latinos".El Tribuno de Jujuy habló con la realizadora de 24 años sobre el filme realizado con equipo y elenco de mujeres, que además fue distinguido en la última Berlinale y en otros festivales.
Lunes, 28 de septiembre de 2020 01:01

La joven cineasta argentina Sol Berruezo Pichon-Rivière habló con El Tribuno de Jujuy sobre su primera película titulada "Mamá, mamá, mamá" desde San Sebastián a donde pudo viajar para presentar su filme en la sección "Horizontes Latinos" del encuentro cinematográfico vasco que por estos días se llevó a cabo en forma presencial pero aggionarada a las restricciones sanitarias por la pandemia global. La directora contó que su filme tuvo un fructífero recorrido por festivales internacionales siendo distinguida con la Mención Especial del Jurado en la sección Generation de la última edición del Festival de Cine de Berlín. Y se mostró orgullosa porque la película cuenta con un equipo íntegramente femenino.

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La joven cineasta argentina Sol Berruezo Pichon-Rivière habló con El Tribuno de Jujuy sobre su primera película titulada "Mamá, mamá, mamá" desde San Sebastián a donde pudo viajar para presentar su filme en la sección "Horizontes Latinos" del encuentro cinematográfico vasco que por estos días se llevó a cabo en forma presencial pero aggionarada a las restricciones sanitarias por la pandemia global. La directora contó que su filme tuvo un fructífero recorrido por festivales internacionales siendo distinguida con la Mención Especial del Jurado en la sección Generation de la última edición del Festival de Cine de Berlín. Y se mostró orgullosa porque la película cuenta con un equipo íntegramente femenino.

"Mamá, mamá, mamá" gira en torno a una niña de 12 años que confundida por los conflictos propios de la pubertad deberá afrontar la pérdida de su hermanita menor que murió ahogada en una pileta. Con una madre sumida en la pena y sin adultos que la contengan realmente, recibe solo el apoyo de sus primas, que la acompañan en su dolor y en su transición a joven mujer.

La directora introduce al espectador en un pequeño mundo de chicas que con simplicidad ponen sobre la mesa sus inquietudes. Los interrogantes son muchos y las respuestas vienen de la mano de la fraternidad femenina, la exploración y las charlas juveniles/infantiles. Es un relato vinculado al duelo pero también es una historia de iniciación, de descubrimiento y de búsqueda de la propia identidad. "Mamá, mamá, mamá" es una propuesta austera, templada, sutil que se constituye con un prometedor debut de Sol Berruezo Pichon -Rivière.

¿Cómo estás viviendo el arribo del filme a San Sebastián?

Para mí es un privilegio enorme estar acá en el festival, primero por lo difícil que fue viajar, casi se transforma en una misión imposible, pero por suerte llegamos y me tiene muy feliz ser parte de la sección "Horizontes Latinos" para la que fuimos convocados porque estoy compartiendo con muchas directora mujeres (sólo una película de este segmento fue dirigida por un hombre), lo cual me enorgullece un montón y esto aparece como una gran posibilidad de mostrar la mirada femenina de Latinoamérica. Y a la película la vio un montón de personas y tiene una respuesta muy linda de la gente y eso me enorgullece mucho.

¿Cuál fue el recorrido del filme hasta ahora?

La película se estrenó en febrero en la Berlinale en Alemania, en una sección que se llama "Generación" y obtuvimos una mención especial del jurado internacional, lo que se constituyó como una excelente ventana al mundo porque es mi primera película. Fue unos días antes que todo cerrara así que pudimos viajar. Luego la película fue parte de encuentros en Corea, en Polonia, después llegó a Chile, Perú, Colombia y Canadá. Próximamente en Argentina integrará un festival importante pero no puedo decir nada todavía. Luego pensaremos en el estreno comercial, apenas se abran los cines.

¿Por qué te inclinaste por este proyecto?

SOL BERRUEZO PICHON RIVIÈRE

A mí me interesa mucho retratar el mundo femenino y particularmente me interesó la transición entre la infancia y la adolescencia. Me inspiré mucho en mis hermanas menores quienes fueron las primeras personas que empecé a retratar cuando comencé a estudiar cine y me encontré con algo que me parecía muy lindo e inexplorado. Toda esa vergüenza, ese cambio radical que empieza a acontecer en el cuerpo y cómo nos ve el mundo, cómo comenzamos a ser objeto de deseo. Comienzan a suceder cambios externos e internos en el cuerpo y me parece un momento precioso para retratar, un poco perverso en algunos aspectos. Me interesó retratar esto y también el universo de la fraternidad femenina en la infancia. Y el acontecimiento traumático de la historia es un elemento que me permitió adentrarme en el personaje principal y en sus conflictos, internos porque este drama hace que suelte las barreras que tenía y que todo esté más a flor de piel.

¿Cómo fue el trabajo con las pequeñas actrices?

Me daba pánico, primero encontrar a las protagonistas y luego explicarles de qué se trataba la película. Desde un inicio tuve el apoyo de profesionales, las coach actorales María Laura Berch y Soledad San Martín, que me dieron una mano grande. Y dirigir niñas fue lo más hermoso que me pasó porque tienen un plus incontrolable, porque ellas inventan en el momento, cada una trajo su propia personalidad a la historia y tienen un elemento creativo, de juego que sumaba un montón, les sale naturalmente. Ellas saben salir y entrar del juego dramático mucho más fácilmente que los grandes. Estoy interesada en la dirección de actores, espero dirigir adultos y creo que será mucho más complejo, aunque pareciera lo contrario los niños terminan siendo grandes creadores a la hora de filmar.

La película está hecha por un equipo compuesto casi íntegramente por mujeres, ¿se dio así o fue una decisión?

El proyecto lo presentamos con dos productoras, Florencia de Mugica y Laura Mara, Tablón al Incaa, de entrada era algo de mujeres. Primero fue una decisión artística, para preservar la intimidad, tanto para mí en la dirección como para las actrices y para generar otra vibra, no quiero generalizar por género, pero creo que cuando hay un grupo de mujeres se siente una energía distinta, una se siente más comprendida y con menos pudor y eso era importante para las niñas y después fue una elección política, una manera de hacer un experimento y demostrar que sí se podían cubrir todos los roles técnicos por mujeres que eso no era un impedimento.