-Las vacaciones a veces implican descansar de cocinar y hacer comidas rápidas o apelar al delivery...
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-Las vacaciones a veces implican descansar de cocinar y hacer comidas rápidas o apelar al delivery...
Pero podríamos tener una alacena saludable, que es pensar de antemano qué alimentos son mejores en cuanto a alimentación más sana, más pensada, lo que se dice la alimentación consciente. Por ejemplo, en lugar de tener una harina común, puedo tener a la par una integral y las voy mezclando. Porque si consumo muchas harinas blancas eso luego se transforma en una gran cantidad de azúcar en sangre y podemos llegar a tener exceso de depósitos de energía. También siempre comprar los vegetales. Las ferias suelen ser lugares donde uno puede encontrar las verduras con algunos pesos menos, sobre todo las que son de estación y ofertas. Uno vuelve a casa y lo que hace para que esa verdura no se pase, porque es muy perenne, es cocinarla, freezarla y tenerla guardada por porciones y entonces día por medio o cada 2 días ir incluyéndola.
¿No demanda mucho tiempo hacer un plato saludable?
No demandaría mucho tiempo si uno lo piensa con anticipación y se ordena. En cuanto a los frutos secos que se fueron muy elevados en el precio, hay una cosa sencilla que recuerdo de cuando era chica, las semillitas de zapallo que son excelentes para un snack. Podés ir a la feria o a la verdulería del barrio y decirle que te vendan o regalen esas semillitas, las hacés secar al sol y les das un tostadito en el horno y ya las tenés como snacks. Son fantásticas para las medias tardes o cuando no querés comer tanto pan al matear, comés un trocito de pan y unas semillitas.
Es difícil que los niños se olviden del chocolate y el dulce de leche...
Más que nada porque ellos ya están acostumbrados pero ir alternando, no decirle que "no" al chocolate o el dulce de leche, pero "sí" ir variando en la semana. No todas las veces chocolate o galletas con relleno. Decirles "hoy día nos toca la fruta", estamos en época de sandía, melón, duraznos, pelones que ya están muy lindos en cuanto a la producción y son las frutas que quizás tenemos a un poquito menos de precio. Las uvas están saliendo y entonces alternando estas frutas de estación con alguna que otra golosina. Y buscar alternativas sin azúcar, si los chicos piden refrescos o gaseosas. Un día compramos sin azúcar y otro llevamos la botellita de la casa con agua. Muchos niños a veces no saben tomar agua y los papás por ahí no les insisten o no trabajan ese aspecto que es muy importante para la buena salud del cuerpo.
¿Eso se puede aplicar si salen para una colonia de vacaciones o los llevamos de día de campo?
Exactamente, entonces les agregamos fundamentalmente agua, las frutas frescas o frutos secos en el caso de los que puedan llegar a comprarlas: pelones, pasas de higo, pasas de uva, también pueden ser algunas semillitas, por ejemplo las que más se comercializan por ahí son las pipas que son las de girasol y viene la opción sin sal que es muy saludable.
¿Cómo hacemos con el elevado precio de la carne? ¿Porque es indispensable para los niños y jóvenes?
Sí, para todos porque es una fuente importante de hierro, que evita la anemia. Sobre todo en los niños que están creciendo y en los adolescentes hasta los 18 años no hacemos restricciones de carnes rojas. Lo mínimo serían 2 a 3 veces por semana en carnes rojas, y el resto carnes blancas: pollo o pescado. Dentro de todo tenemos las vísceras que salen unos pesos menos como ser el hígado, los riñones, corazón que son alimentos fuertes de proteínas, son vísceras pero el contenido de las proteínas de alto valor biológico son las mismas que las carnes. El cerdo, también tiene un precio un poco menor y cuenta con la misma proporción de proteínas, también vale la carne de llama, con muy buenas propiedades.
¿Disminuye el consumo de sal?
Hay gente que todavía pide los saleros en los restaurantes, pero a Dios gracias hay como una conciencia ya establecida desde hace unos años en que se pide a las empresas que disminuyan el contenido de sal en los productos, sobre todo los snacks, quesos y fiambres. Las galletas también tienen menos sal y hay opciones de galletas sin sal. Pero si somos papás lo que tenemos que hacer es trabajar en eso, que a los chicos los eduquemos con menos proporción o necesidad de sal, porque la que se pone en la comida es suficiente y no agregar más porque es origen de muchas otras enfermedades.
¿Después de las vacaciones hay más consultas al nutricionista?
Siempre suele haber un porcentaje de personas que vuelve con unos kilitos de más porque han cometido el desliz en este tiempo. Pero apuntamos siempre a que cuando salimos, si bien uno come lo que puede en el lugar donde está o lo que tiene la familia que uno va a visitar el hincapié que hacemos es en caminar, en conocer lugares; que todo sea a pie de manera que el gasto compense el exceso tal vez de alguna comida extra y ahí vamos buscando de alguna manera un equilibrio.
¿El padre o la madre cuándo tendría que preocuparse si ve a su niño "rellenito"?
Por lo menos siempre los papás y mamás hacen una consulta al año con el médico, y el médico suele hacer las derivaciones pero lo importante es trabajar en lo posible, sobre todo en los niños, la educación y en eso nosotros ayudamos cuando traen a los niños para consulta, les mostramos gráficas, hacemos hincapié en lo que dice la mamá y el papá, ellos refuerzan estos conocimientos y colaboran en identificar la comida no tan saludable.
¿Algunos quieren ser veganos?
Los de 12 o 13 años por ahí vienen con la consulta que quieren pasarse al veganismo o ser vegetarianos y tienen conciencia de que hay cosas que hay que cambiar o que la carne no es por ahí lo que quieren seguir comiendo. Pero ahí trabajamos, hacemos énfasis en que en la carne en el proceso de crecimiento está lo necesario para que ellos terminen de formarse y luego de eso uno puede tomar su propia decisión, de hacer la elección que quiere respecto a la alimentación, siempre guiados por un profesional, no tanto por internet o la web.