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Don Máximo y su afán por seguir corriendo

El atleta de 89 años anhela cuanto antes superar la pandemia para volver a competir. Mientras tanto entrena con su "bici" fija.
Domingo, 03 de enero de 2021 01:00

El optimismo ante todo. Máximo Velázquez es un reconocido atleta jujeño que con sus 89 años mantiene vigente la fortaleza mental y el espíritu deportivo en medio de una pandemia que la padeció por la inactividad que le provocó la cuarentena. Sin embargo, anhela cuanto antes que se levante la emergencia sanitaria para volver a entrenar y competir.

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El optimismo ante todo. Máximo Velázquez es un reconocido atleta jujeño que con sus 89 años mantiene vigente la fortaleza mental y el espíritu deportivo en medio de una pandemia que la padeció por la inactividad que le provocó la cuarentena. Sin embargo, anhela cuanto antes que se levante la emergencia sanitaria para volver a entrenar y competir.

"Ahora estamos haciendo poco ejercicio, no hay muchas posibilidad de salir, debo cuidarme mucho más yo que estoy avanzando de edad, pero veremos que sucede con el tiempo para poder adelantar los entrenamientos. Esperamos la decisión de la Confederación de Atletas Máster. Pienso que podremos volver a competir como lo veníamos haciendo, pero mientras no haya buenas noticias no hay que exponerse mucho. Me siento bien y con las ganas de continuar, pero ahora en casa entrenando con la bici fija que me hice esperando noticias buenas. Deseo que en este 2021 todo mejore", empezó contando Máximo Velázquez ante El Tribuno de Jujuy.

A la vez aclaró que "es un sufrimiento grande para uno porque uno quiere salir y no se puede. Un consejo para los chicos es nunca se queden y hagan deportes si ellos pueden porque es muy bueno para la salud y así continuar muchas actividades en su vida, ya que a la vez te enseñan valores como respeto, amor y trabajo en equipo. En mi caso cuando salía a la ruta me planteaba hacer 5 kilómetros y los cumplía porque hay muchos que salen, lo ven complicado y se vuelven a la casa. También me animé a superar lo propuesto, siempre me decía un poco más y así llegaba a los 10 kilómetros. En todos los deportes que practiqué siempre lo hice con mucho cariño, puntualidad y aprendí que a la flojera hay que hacerla a un lado. El que quiere ser deportista tiene que estar pensando en todo y no esperar del resto, hay que estar preparado", afirmó.

Asimismo, resaltó que "el deporte te deja grande amistades que uno cosecha, desde que empecé a viajar tengo muchísimos amigos en Bolivia, Chile, Brasil, Venezuela y en varias competencias me alentaban deportistas de varios países. Los deseos son leales de darse suerte en la línea de largada, nos alentamos porque aquí y a esta edad no hay rivalidad que es lo importante para seguir creciendo y conocer lugares donde uno experimenta. A mi señora Dolores cuando ganó desde Canadá la felicitaron y eso es lo lindo del deporte", agregando que "lo importante es sentirse alentado por la familia, siempre estamos juntos una vez a la semana y es lindo tener la unión de todos donde la mayoría fuimos deportistas. Yo lo hago desde los 15 y jugué en Primera División en fútbol en La Mendieta, corría en bicicleta y trabajaba. Era una satisfacción salir del trabajo rápido entrar y salir para practicar donde hacía 40 o 50 kilómetros. Y como atleta tuve carreras largas de 46 kilómetros y después 4 de 42 km".

En el tramo final, Velázquez comentó que "ahora me estoy haciendo un chequeo médico general para ver cómo llegamos cuando vuelva todo, ya que antes de competir debo presentar el certificado de salud y de acuerdo a eso uno se prepara con más tranquilidad. Hay dos compañeros que están en los 90 años y si Dios quiere este año los veré para competir", concluyó.

 

El respaldo de tantos años de competencias y amistades

CON HORACIO CABITO EL ATLETA JUJEÑO (IZQ.) JUNTO A UN COMPAÑERO DE AÑOS.

Haber logrado títulos en diferentes pruebas atléticas no hace la diferencia para Máximo Velázquez. Lo que sí marca en la personalidad del longevo atleta es el respaldo familiar que logró consolidar con su esposa Dolores y sus hijos Sergio, Ricardo y Norma que lo apoyan en cada competencia que se propone. Pero a la vez las amistades de deportistas en tantos viajes y compartiendo carreras se transforma en un lazo de cercanía porque este tipos de actividades genera la confianza y el apoyo para seguir entrenando.