En la mañana de ayer un procedimiento, que incluyó varios patrulleros y un importante números de efectivos conmocionó a vecinos del centro de la ciudad, sobre calle Lavalle.
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En la mañana de ayer un procedimiento, que incluyó varios patrulleros y un importante números de efectivos conmocionó a vecinos del centro de la ciudad, sobre calle Lavalle.
Del procedimiento participaron inspectores de la Dirección de Control Comercial de la Municipalidad acompañados del titular del organismo Pablo Rodríguez, quien señaló que el "comercio" quedaría clausurado definitivamente como consecuencia de las numerosas denuncias, que existen en contra del local por violar permanentemente el decreto 2075 permitiendo la concentración de gran cantidad de gente sin respetar el distanciamiento social, la utilización de barbijos y música a alto volumen de manera permanente.
Uno de los propietarios que se identificó como Diego Sáenz accedió a dialogar con El Tribuno de Jujuy, afirmando que realmente la situación de irregularidad estaba dada por la presencia de uno de los tres socios, quien evidentemente realizó esta "juntada como consecuencia de que por decisión de las otras dos partes a partir de hoy estaba desvinculado de la sociedad por la gran cantidad de problemas que había suscitado".
Sáenz aclaró que "fui yo con mi otro socio quien abrió la puerta del negocio, porque entendemos que no podemos vivir a contramano de las leyes y normas".
Aclaró en un momento de la charla que ya habían clausurado el negocio, por lo cual debieron desembolsar una importante cantidad de dinero para poder habilitarlo.
Los vecinos de un edificio de departamentos expresaron que como consecuencia de las fiestas que realizaban "no se podía dormir". Funcionarios del Museo Lavalle aseguraron que "el excesivo volumen de la música nos provocó serios inconvenientes en diferentes vitrinas que forman parte del patrimonio del museo, que es referente de la historia de los jujeños".
“Pediré al juez de Faltas la clausura definitiva”, señaló funcionario
El titular de Control Comercial, Pablo Rodríguez, afirmó que en el lugar había muchas personas y que se habrían detenido entre siete y ocho. El funcionario municipal recordó que no es la primera vez que este local incumple con sus obligaciones, y por las infracciones y denuncias de los vecinos ya había sido clausurado. Frente a la inquietud de los vecinos sobre las razones por las que fue nuevamente habilitado indicó que pagaron la multa, que no fue tanta, por haber realizado una presentación espontánea.
Después de escuchar el reclamo y quejas de los vecinos les aseguró, que “personalmente hablaré con el juez de Faltas para que este local sea clausurado definitivamente”. Pablo Rodríguez aseguró que desde el municipio se intenta apoyar a los comerciantes, pero en este caso la irresponsabilidad de los propietarios pone en riesgo a toda la sociedad, que ve como la curva de contagio crece día a día”. Tanto la policía que intervino en el procedimiento como las autoridades municipales contaron con el apoyo de los vecinos.