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El Frente de Todos inicia el año electoral con ventaja

Domingo, 24 de enero de 2021 01:01

Pese a la crisis económica, al aumento sostenido de los contagios y a las internas dentro del oficialismo, si las elecciones de medio término fuesen hoy el Frente de Todos obtendría un triunfo, aunque el gran interrogante por estas horas es si eso le alcanzará o no para quedarse con la mayoría en la Cámara de Diputados.
¿Cómo se explica que el Gobierno esté en una posición tan competitiva en medio de restricciones económicas de todo tipo, del crecimiento de la pobreza, del aumento de la inflación y de algunas contradicciones en la política sanitaria? La respuesta tiene que ver más con las debilidades de su rival que con grandes aciertos del kirchnerismo. Según los encuestadores, la ciudadanía sigue castigando con fuerza a la pésima gestión de Mauricio Macri, más allá de que el expresidente no vaya a ser candidato este año. Los esfuerzos de los dirigentes más moderados del macrismo por dar a entender que el ciclo del exmandatario ya está cumplido, no estarían teniendo un gran impacto en la sociedad, que sigue viendo a Macri como la verdadera antítesis del oficialismo. Nadie puede imaginarse una eventual postulación presidencial de Horacio Rodríguez Larreta sin el apoyo explícito del sector más duro del macrismo, lo que diluirá aún más su perfil antigrieta, que por momentos comparte con Alberto Fernández. 
En diálogo con El Tribuno, la socióloga Analía del Franco sostuvo ayer que “si las elecciones fueran hoy el oficialismo se impondría con relativa comodidad, aunque es probable que ni el Gobierno ni Juntos por el Cambio alcancen los porcentajes que tuvieron en las presidenciales de 2019”. Según la titular de la consultora Analogías, “la crisis económica es la debilidad del peronismo nacional, pero en los sectores más vulnerables y en los medios se está conteniendo mucho con subsidios, por lo que el impacto electoral en esas poblaciones será menor que en las clases más acomodadas”.
Una postura bastante parecida mostró el prestigioso encuestador Hugo Haime, quien indicó ayer a El Tribuno que “el oficialismo está mejor en los sondeos y hoy ganaría las elecciones”. El consultor agregó que “Juntos por el Cambio no aparece como una opción competitiva por el fracaso del macrismo” pero que podría verse favorecido con las Paso si es que finalmente se hacen. “Las elecciones primarias propician la polarización del electorado, como pudo apreciarse hace dos años cuando Macri recuperó más de diez puntos desde las Paso a las generales. Por eso la oposición reclama con tanta insistencia que se realicen esos comicios, ya que los votos que saquen José Luis Espert o Javier Milei en las Paso podrían ir en las elecciones generales para Juntos por el Cambio”, explicó Haime. 
El tema de las primarias abiertas y obligatorias se está poniendo cada vez más impredecible en el escenario político. Por un lado, el Presidente y casi todos los gobernadores peronistas insisten en la inconveniencia de realizar dos comicios en medio de la pandemia por razones sanitarias y económicas. Pero por el otro, está el cristinismo más duro y la oposición (quizás la única coincidencia que tengan) que no ven del todo con buenos ojos la eliminación de esos comicios por diferentes razones. En el caso de los seguidores de Cristina, consideran que hay más chances de que La Cámpora sume más diputados en Buenos Aires compitiendo en las Paso con los intendentes que en una lista de acuerdo con ellos. Por el lado de Juntos por el Cambio, saben que las Paso podrían darle una mayor potencia al frente electoral en octubre, que es cuando se definirá la nueva composición del Congreso. 
Lo cierto es que faltan sólo siete meses para las eventuales primarias y aún se desconoce qué pasará con ellas, agregándole una innecesaria dosis de incertidumbre al cronograma electoral, que no favorece a la transparencia del sistema ni a la preparación de los partidos políticos. 

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Pese a la crisis económica, al aumento sostenido de los contagios y a las internas dentro del oficialismo, si las elecciones de medio término fuesen hoy el Frente de Todos obtendría un triunfo, aunque el gran interrogante por estas horas es si eso le alcanzará o no para quedarse con la mayoría en la Cámara de Diputados.
¿Cómo se explica que el Gobierno esté en una posición tan competitiva en medio de restricciones económicas de todo tipo, del crecimiento de la pobreza, del aumento de la inflación y de algunas contradicciones en la política sanitaria? La respuesta tiene que ver más con las debilidades de su rival que con grandes aciertos del kirchnerismo. Según los encuestadores, la ciudadanía sigue castigando con fuerza a la pésima gestión de Mauricio Macri, más allá de que el expresidente no vaya a ser candidato este año. Los esfuerzos de los dirigentes más moderados del macrismo por dar a entender que el ciclo del exmandatario ya está cumplido, no estarían teniendo un gran impacto en la sociedad, que sigue viendo a Macri como la verdadera antítesis del oficialismo. Nadie puede imaginarse una eventual postulación presidencial de Horacio Rodríguez Larreta sin el apoyo explícito del sector más duro del macrismo, lo que diluirá aún más su perfil antigrieta, que por momentos comparte con Alberto Fernández. 
En diálogo con El Tribuno, la socióloga Analía del Franco sostuvo ayer que “si las elecciones fueran hoy el oficialismo se impondría con relativa comodidad, aunque es probable que ni el Gobierno ni Juntos por el Cambio alcancen los porcentajes que tuvieron en las presidenciales de 2019”. Según la titular de la consultora Analogías, “la crisis económica es la debilidad del peronismo nacional, pero en los sectores más vulnerables y en los medios se está conteniendo mucho con subsidios, por lo que el impacto electoral en esas poblaciones será menor que en las clases más acomodadas”.
Una postura bastante parecida mostró el prestigioso encuestador Hugo Haime, quien indicó ayer a El Tribuno que “el oficialismo está mejor en los sondeos y hoy ganaría las elecciones”. El consultor agregó que “Juntos por el Cambio no aparece como una opción competitiva por el fracaso del macrismo” pero que podría verse favorecido con las Paso si es que finalmente se hacen. “Las elecciones primarias propician la polarización del electorado, como pudo apreciarse hace dos años cuando Macri recuperó más de diez puntos desde las Paso a las generales. Por eso la oposición reclama con tanta insistencia que se realicen esos comicios, ya que los votos que saquen José Luis Espert o Javier Milei en las Paso podrían ir en las elecciones generales para Juntos por el Cambio”, explicó Haime. 
El tema de las primarias abiertas y obligatorias se está poniendo cada vez más impredecible en el escenario político. Por un lado, el Presidente y casi todos los gobernadores peronistas insisten en la inconveniencia de realizar dos comicios en medio de la pandemia por razones sanitarias y económicas. Pero por el otro, está el cristinismo más duro y la oposición (quizás la única coincidencia que tengan) que no ven del todo con buenos ojos la eliminación de esos comicios por diferentes razones. En el caso de los seguidores de Cristina, consideran que hay más chances de que La Cámpora sume más diputados en Buenos Aires compitiendo en las Paso con los intendentes que en una lista de acuerdo con ellos. Por el lado de Juntos por el Cambio, saben que las Paso podrían darle una mayor potencia al frente electoral en octubre, que es cuando se definirá la nueva composición del Congreso. 
Lo cierto es que faltan sólo siete meses para las eventuales primarias y aún se desconoce qué pasará con ellas, agregándole una innecesaria dosis de incertidumbre al cronograma electoral, que no favorece a la transparencia del sistema ni a la preparación de los partidos políticos. 

La economía

El Gobierno ya anunció que no habrá IFE y ATP este año porque “las restricciones de circulación ya casi no se encuentran vigentes”. La explicación es absolutamente racional, el problema es que prácticamente todas las micropymes del país se encuentran endeudadas y con muy baja facturación como para poder subsistir. En un año electoral, la quita de este tipo de subsidios puede tener un impacto directo en el incremento del desempleo, lo que podría ser determinante para el humor social en la segunda parte de este año.
La extensión de la prohibición por despidos y de la doble indemnización fue duramente cuestionada por los hombres de negocios, quienes afirman que la medida sólo agrega incertidumbre al contexto económica. Este tipo de decretos nunca son del agrado de los empresarios, eso no es ninguna novedad, lo que también es cierto es que se incentiva la generación de puestos de trabajo en negro, ya que contratar un empleado sabiendo que no podrá despedirlo representa un riesgo que muchos no están dispuestos a tomar.
El Gobierno enfrenta una difícil disyuntiva: cómo utilizar recursos para favorecer sus chances electorales sin entrar en conflicto con el Fondo Monetario Internacional, quien reclama un déficit bastante menor del que quiere el ministro Martín Guzmán. 
Cerca del titular del Palacio de Hacienda aseguran que a partir de marzo empezaría a percibirse más nítidamente la recuperación económica que ya están atravesando algunos sectores en particular. Las estimaciones de Guzmán son correctas, pero no se trataría de un crecimiento de la economía sino de un efecto rebote por la catástrofe vivida hasta ahora. ¿Alcanzará ese bumerán financiero para sostener el consumo y el empleo? Gran pregunta.