Por Lucas Delgado.
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Por Lucas Delgado.
Patricia Margarita González Osorio es una jujeña que emigró en el año 2003 a Madrid, España, luego de conocerse durante 4 meses vía internet con su actual marido, Miguel Algaba Pacios, quien es español. Vive allí desde entonces, se casó y tiene una hija de 8 años.
En Jujuy vivió en el barrio Ciudad de Nieva. La primaria la realizó en la escuela "Concepción Cicarelli" y la secundaria en la Escuela de Comercio Nº 2 "Malvinas Argentinas". Además, realizó un instructorado de aeróbic y durante años daba clases de gimnasia en el domicilio de una de sus amigas. También trabajó, hasta antes de su viaje, en un local de venta de ropa para bebé.
En una época en donde los cibers estaban de moda y el "chat" era la única manera de interactuar con personas de otros lados, Margarita aprovechó el pleno auge de la tecnología de ese entonces para contactarse con Miguel, quien terminaría siendo, unos años después, su esposo.
"En ese tiempo prácticamente no había internet en las casas, era muy difícil conectarse, así que empecé a concurrir a los cibers que era el entretenimiento de ese momento", comentó Margarita González.
"Sinceramente yo era un desastre con la tecnología, así que una amiga mía me creó un correo y una cuenta en lo que era "chat.com", que fue la red social por donde conocí a mi marido. Un día me fui a chatear a un ciber y al no conectar con nadie empecé a alistar mis cosas para irme. Fue ahí, que de último momento "pinche" a Miguel y nos pusimos a hablar. Me gustó y quedamos en conectarnos al día siguiente. Así inició todo", contó Margarita.
Luego de 4 meses conociéndose por chat, videollamadas y llamadas telefónicas, Margarita y Miguel sintieron la necesidad de conocerse personalmente. Pero el trabajo de él imposibilitaba el encuentro o un viaje a nuestro país, así que fue ella quien decidió volar a España.
"Lo quería conocer y era la única alternativa", explicó al respecto. "Hablamos mucho por web cam, y cuando él me presentó a sus padres me termino de dar la confianza para viajar", dijo.
Noviembre de 2003 fue la fecha que, con 28 años de edad, Margarita viajaba a España para conocer en persona y empezar una convivencia con Miguel.
"Desde el primer día que llegué a España empezamos a convivir. Él se compró un departamento para que vivamos, pero cuando arribé aún no estaban terminadas las reformas en el departamento así que tuvimos que hospedarnos por una semana en un hotel. Fue muy bonito y divertido", mencionó González.
Durante las vacaciones Margarita y Miguel visitaban la provincia constantemente hasta que en el año 2005 decidieron casarse y lo hicieron por civil en España y por iglesia en la parroquia Santa Teresita de esta ciudad. "El casamiento por iglesia decidimos realizarlo en mi provincia porque quería que estén mis sobrinos y mis hermanos, así que nos fuimos todos para allá", indicó. "Un tiempo después, en el año 2012, tuvimos a nuestra hija Paula Algaba González y fuimos a bautizarla en Jujuy porque quería que mi hermana sea la madrina. Desde esa vez que no volvemos a Argentina", señaló.
Vivir fuera de casa
Una vez llegada al viejo continente, Margarita contó que tuvo múltiples inconvenientes para conseguir la nacionalidad y por ende trabajo, así que arrancó de cero una nueva vida laboral.
"Luego del vencimiento de mi visa me dieron la tarjeta comunitaria para poder habitar en España, pero no es conveniente trabajar ya que corrés el riesgo de ser deportado", dijo.
"Una vez obtenida la nacionalidad salí en busca de trabajo, pero admito que desde un primer momento fue difícil porque no tenía armado mi currículum. En Argentina trabajé en varios lugares, pero aquí no, entonces es como volver a empezar y lograr poco a poco las cosas", acotó.
"Con el tiempo logré conformar un currículum trabajando en distintas tiendas y es así que llegué a conseguir una estabilidad en un comercio en el cual trabajé durante 12 años", sostuvo.
Nostalgia por visitar de nuevo
"Aquí mi marido y mi hija y yo, todos extrañamos Jujuy. Tiempo atrás solíamos viajar seguido allá y nos quedábamos 15 días o un mes, pero luego, por temas laborales no pudimos seguir haciéndolo", explicó Margarita González. "Dejaron de darnos tantos días de vacaciones y con la llegada de Paula se hizo un poco más costoso viajar los tres", agregó.
Estas complicaciones para retornar a la provincia en los últimos 8 años conllevaron a que Margarita se perdiera algunos acontecimientos que fueron importantes en su vida, entre ellos el fallecimiento de su padre.
"El mismo año que nació mi hija falleció mi padre y me dolió no poder estar presente. Echo de menos a mis hermanos y por sobre todo a mis sobrinos, estar en casa con ellos. Me perdí verlos crecer".
Por último, Margarita González mencionó que "están deseando que termine la pandemia" para ver si tienen la posibilidad de venir a la provincia. "Mi hija me vive preguntando por Jujuy y de mi parte siempre le hablo y estoy pendiente de contarle cómo es".
Por: Lucas Delgado